Un hombre de teatro
2003; Issue: 80 Linguagem: Espanhol
ISSN
0213-4721
Autores Tópico(s)Literary and Cultural Studies
ResumoDurante todo el siglo pasado, los grandes escritores lucharon por ser admitidos por el teatro. Entre ellos, Max Aub, del que se puede decir que era un hombre de teatro imaginario, desde su primera obra, El disconforme prodigioso, escrita a los diecisiete anos, hasta las casi cincuenta que dejo al morir; y sobre todo, en su ucronico discurso de ingreso en la Real Academia Espanola, en el que se imaginaba director del Teatro Espanol en una Espana donde la guerra civil no hubiera ocurrido. Temo que no lo hubiera sido. El teatro cerro un circulo defensivo a partir del siglo XIX en el que no permitio la entrada de los «otros» escritores. Hacia los anos del Desastre tan beneficioso para Espana: llevo a la Segunda Republica tras los sucesivos desprestigios del Rey, la aristocracia y los militares, que eran en si una misma clase, junto con la Iglesiauna nueva clase hizo el teatro para ella misma, a imitacion de la burguesia francesa, que a su vez habia creado un teatro a su imagen y semejanza. El local de terciopelos y oros, los acomodadores de librea y guante blanco, la enorme lampara de cristal colgando en el centro, el simbolo del que se valio el autor de El fantasma de la opera para senalar el desplome de esa clase social por un marginado; en Barcelona, los revolucionarios pusieron sus bombas en un teatro, el Liceo, porque era el lugar burgues por excelencia. El contenido de los teatros en Europa, y asi se aproximo a Espana, eran las letras de banco, las ruinas de los comercios, las malas alianzas entre las clases sociales, las herencias, el acreedor, el matrimonio por interes. El autor espanol que primero se acerco a esa burguesia fue Echegaray, aun dentro de sus desmesurados versos: El libro talonario, por ejemplo. Para tal publico, tales obras: y tal sistema de organizacion teatral que repudiaba cualquier otra cosa. El empresario era una figura fundamental, que se erigia en director de la sala. Como Candido Lara, por ejemplo, carnicero en el mercado de la Corredera, que fundo el teatro al que dio su nombre y que aun esta alli, y en el que se estreno gran parte del teatro burgues de la epoca. El empresario solia tener una compania fija, en la que debia haber preferentemente un divo o una diva, mejor si eran pareja, y un grupo de personas entre las que sobresalian el galan y la damita joven, los caracteristicos (el barba, claro), el gracioso, y algunos personajes supletorios en torno a los cuales se organizaba la accion: un alguacil, un cartero, un jardinero; unos criados que solian preparar los antecedentes (al levantarse el telon conversaban entre si anunciando el conflicto que iba a suceder). Los empresarios pedian a los autores una obra, y ellos la construian sobre esos
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