Adiós a José María Casasayas, organizador genial
2004; Cervantes Society of America; Volume: 24; Issue: 2 Linguagem: Espanhol
10.3138/cervantes.24.2.188
ISSN1943-3840
Autores Tópico(s)Archaeological and Historical Studies
ResumoUn febrero de comienzos de la decada de 1980, nuestros amigos los Beltran nos llevaron una noche al Circulo de Bellas Artes de Palma de Mallorca a escuchar la conferencia de un abogado aficionado a la literatura. La conferencia era sobre el encuentro de Don Quijote y Sancho con unos cabreros y la muerte de Grisostomo desdenado por la pastora Marcela (DQ I, 11-14). Habria una docena y media de oyentes. Terminada la conferencia, inquirio el conferenciante si alguien tenia alguna pregunta o queria alguna aclaracion. Siguio un incomodo silencio. Para romperlo hice una pregunta a la que me contesto. Otro silencio. Otra pregunta. Silencio. Pregunta. No quise hacer mas. Ya nos ibamos cuando el conferenciante, que no era otro que Jose Maria Casasayas, vino corriendo tras mi: ?Usted quien es? Helena Percas de Ponseti. Tengo su libro, exclamo. Aludia a mi primer libro sobre publicado en 1975. Tiene que venir a mi tienda y hablaremos. Se referia a Can Frasquet, la pasteleria conocida por sus deliciosos pasteles y exquisitos turrones, visitada por los Reyes una vez, luego sus clientes. A los pocos dias entramos en Can Frasquet. Casasayas nos recibio a la puerta y nos hizo subir a su biblioteca que ocupaba dos grandes pisos por encima de la pasteleria. Quedamos impresionados: un gran catalogo-fichero de libros, diccionarios, incunables, documentos, revistas de literatura sobre todo de los siglos XVI y XVII, mapas antiguos--un tesoro. Mas que biblioteca privada parecia biblioteca universitaria excepto que todo estaba a la vista. Y con su acostumbrada generosidad la puso a mi disposicion. Fue el comienzo de una entranable amistad. Nos veiamos todos los inviernos. Ignacio y yo ibamos al Puerto de Pollensa a pasar los meses de enero a marzo, hacer excursiones por las escarpadas montanas del norte de la isla con nuestros acogedores amigos mallorquines, ver florecer los almendros y huir del invierno de Iowa. Anticipabamos los encuentros con Casasayas para hablar de escritores, compositores, musicos, teatro, de todo. Tenia en su casa un excelente sistema de audicion. Con Ignacio, pasabamos muchas tardes escuchando la musica mas selecta. En mas de una ocasion, viajo a Bayreuth a escuchar musica de Wagner. O a Venecia a absorber la belleza y la grandeza artisticas de la historica ciudad, o a Florencia a contemplar el arte de la epoca de los Medici. En Italia le atraia el espiritu del Renacimiento que tan profundamente asimilo Y en Italia tambien, se veia con su gran amigo el visionario cervantista Carlos Romero, con quien me encontre en mas de una ocasion en su casa. Entrar a su casa era como entrar a otras epocas: anforas romanas rescatadas del fondo del mar, grabados renacentistas y documentos del Siglo de Oro por las paredes. Jose Maria Casasayas fue un verdadero hombre del Renacimiento en pleno siglo XX. Casasayas estaba dotado de admirable capacidad intelectual y refinada sensibilidad. Era exaltadamente intolerante de vulgaridad e ignorancia. Conocimos a su mujer Luisa, de dones domesticos comparables a los literarios y artisticos de su marido y de gran facilidad y rapidez de palabra para no quedarse atras. Un invierno de 1987 me dijo Casasayas que habia en Espana una organizacion de literatos creada para reivindicar a Cervantes. ?A quien se le ha ocurrido tal disparate? salte. Cervantes no necesita reivindicaciones sino una sociedad de cervantistas seria, como la hay en otros paises del mundo. Al invierno siguiente, me saludo con estas palabras: Ya la tenemos. Solo necesito una firma mas, la tuya. Ese febrero de 1988 anadia yo mi firma a otras cinco: Alberto Sanchez, Luciano Garcia Lorenzo, Jose Ares Montes, Alberto Blecua, y Frances Luttikhuizen. Cuando recibi mas tarde el Acta Fundacional de la Asociacion de Cervantistas, cuya sede iba a ser Alcala de Henares, cuna de Cervantes, tras mi nombre venian nueve mas: Jose Carlos de Torres, Juan Maria Diez Toboada, Francisco Aguilar Pinal, Aurora Egido Martinez, Carlos Alvar, Enrique Rull, Jaime Moll Roquera, y Manuel Sanchez, cuyas firmas se agregaron entre el 5 y el 17 de ese febrero. …
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