Artigo Revisado por pares

De la historia de las fuentes al sentido del texto: Alejo Carpentier, Concierto barroco (1974)

1992; Volume: 5; Issue: 9-10 Linguagem: Espanhol

10.1353/ntc.1992.0000

ISSN

1940-9079

Autores

Martin Franzbach,

Tópico(s)

Philippine History and Culture

Resumo

DE LA HISTORIA DE LAS FUENTES AL SENTIDO DEL TEXTO ALEJO CARPENTIER, CONCIERTO BARROCO (1974) MARTIN FRANZBACH Universitet Bremen Enl974,enlaembajadacubanadeParís,ycuandoleconsultéacercadeobras de referencia para mi entrada en las letras cubanas, el mismo Alejo Carpentier me apuntó unas notas bibliográficas: Silvestre de Balboa, Espejo de Paciencia (1608) Cintio Vitier: Lo cubano en lapoesía José Antonio Portuondo: Panorama de las letras cubanas Fernández Retamar: Calibán, caníbal (Ed. Maspero) En el mismo año de 1974 salió también Concierto barroco de Carpentier y más tarde me di cuenta de la relación existente entre las notas bibliográficas y el sentido de esta obra. Frente a los intentos numerosos de interpretación quisiera partir de las palabras del propio Alejo Carpentier en una entrevista de 1974 acerca de la génesis de Concierto barroco: "Pues bien, un gran compositor de maestros, hablando conmigo un díaen el año 1936 enParís [...] me preguntó: '¿Sabíausted que Antonio Vivaldi [...] escribió una ópera sobre la conquista de América?' Yo le dije: 'No, primera noticia'. Pasa el tiempo, y por una extraña casualidad, hace dos años, soy puesto sobre la pista de esa ópera estrenada en Venecia en el año 1733, que se titula Moctezuma [...] con música de Antonio Vivaldi. Sigo buscando y [...] me encuentro con un libro sumamente interesante de un poeta llamado Alvise Giusti [...] y escribo una novela en torno a la concepción de una primera ópera americana, es decir latinoamericana —donde por cierto, los mexicanos, es decir los hombres de América, desempeñan un papel lleno de nobleza. Así se me ocurre una novela titulada Concierto barroco, cuya acción empiezaeldía delestrenode laóperayterminaenel díadehoy, prácticamente". "Una [...] ópera [...] latinoamericana, donde [...] los hombres de América desempeñan un papel lleno de nobleza": he aquí el santo y seña de Espejo de paciencia. No voy a sumarme al coro de voces negativas sobre el escaso valor estético de Espejo de paciencia, imitación de la épica renacentista italiana y española, sino que me inclino a la valoración positiva del texto dada por Carpentier. La epopeya de Silvestre de Balboa ocupa un lugar amplio en la© 1992 NUEVO TEXTO CRITICO Vol. V, Nos. 9/10, Primer y segundo semestres 198__________________________________________________MARTIN FRANZBACH novela de Carpentier. En el segundo capítulo Carpentier narra cómo el mexicano , en el pueblo de Regla, centro de la santería afrocubana, contrata al esclavo libre Filomeno, "biznieto de un negro Salvador que fue, un siglo atrás, protagonista de una tan sonada hazaña que un poeta del país, llamado Silvestre de Balboa, la cantó en una larga bien rimada oda, titulada Espejo depaciencia. Sigue una extensa paráfrasis de la historia por boca de Filomeno, que viene a ser una muestra de alarde de sus conocimientos históricos. Al explicar el antiguo nombre de la isla de Cuba, Fernandina, el negro Filomeno se pierde en juegos de palabras obscenas que por cierto no encuentran correspondencia en el poema de Silvestre de Balboa, pero que tratan de reemplazar de manera concreta las tantas secas alusiones mitológicas y geneal ógicas delEspejodepaciencia. El "bravo capitán Gilberto, francés ilustre, señor de la Ponfiera" (Espejo depaciencia, 107/108) se convierte en boca de Filomeno en "hugonote desalmado", "hereje francés de los que no creen en Vírgenes ni Santos, capitán de una caterva de luteranos, aventureros de toda laya" (Concierto barroco, 21). Silvestre de Balboa describe con lujo de detalles el desfile de los 24 insulanos que van en persecución del pirata Gilberto, siguiendo los modelos clásicos. En la narración de Filomeno esta tropa degenera en "una partida de hombres de pelo en pecho ybragas bien colgadas" [...] cargando los más [...] con aquello que mejor hubiesen hallado para arrojarse a la pelea, por no ser su oficio el de armas: llevaba éste un herrín amolado, junto al que sólo pudo conseguirse una pica mohosa; alzaba aquél una guijada boyera o un chuzo de labranza, trayendo unpellejo de manatía falta debroquel. También se tenían...

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