Artigo Revisado por pares

Entre Ariel y Calibán, ¿Próspero?

1992; Volume: 5; Issue: 9-10 Linguagem: Espanhol

10.1353/ntc.1992.0002

ISSN

1940-9079

Autores

Antonio Melis,

Tópico(s)

Cultural and Social Studies in Latin America

Resumo

ENTRE ARIEL Y CALIBAN,¿PRÓSPERO? ANTONIO MELIS Università degli Studi di Siena Han pasado casi veinte años desde el momento en el que nuestro amigo Roberto Fernández Retamar lanzó en el mundo intelectual latinoamericano su provocación calibánica. Creo que es suficiente esta consideración banalmente cronológica y objetiva para medir inmediatamente toda la distancia que nos separa del momento histórico, político y cultural en el que fueron formuladas sus proposiciones. De ahí la necesidad y la urgencia de un nuevo examen de esta problemática, a la luz de los cambios impresionantes que han ocurrido en estos últimos años. Lo que sí me parece oportuno, incluso en la nueva situación que se ha ido determinando, es mantener el planteamiento metafórico del problema. Ariel y Calibán son símbolos demasiado sugestivos para abandonarlos a la ligera. Pero, sobre todo, las elaboraciones de José Enrique Rodó en la época modernista y de Fernández Retamar al comienzo de los años 70 siguen presentándose como un reto conceptual ineludible. Antes de intentar una comprobación de su vigencia frente a un problema concreto de historia literaria hispanoamericana, no es inútil evocar, aunque sea de manera sumaria, algunos elementos fundamentales del contexto en el que se elaboraron, respectivamente, Ariel y Calibán. El caso de Rodó es bastante complejo. Es evidente que su alegato en favor de Ariel se coloca dentro del momento político y cultural en el que se va definiendo un cambio de hegemonía en la joven América Latina salida de la Independencia. Rodó es casi contempor áneo de José Martí y publica Ariel sólo dos años después de la conclusión de la guerra hispano-americana. Por supuesto, existen diferencias radicales en el discurso de los dos intelectuales. Sin embargo, se puede encontrar un punto importante de coincidencia, en la percepción común del peligro norteamericano . Asimismo los dos escritores participan, aunque con diferentes matices, en el proceso de rescate de la herencia cultural española. Es indudable que en Martí se encuentra una coincidencia claramente antimperialista y una extraordinaria capacidad de captar los fundamentos económicos y políticos de la relación colonial, además de sus implicaciones de orden cultural. Sin embargo, en la representación lúcida y penetrante de la sociedad norteamericana contenida en sus crónicas periodísticas, se advierte subterráneamente una contrapo-© 1992 NUEVO TEXTO CRITICO Vol. V, Nos. 9/10, Primer y segundo semestres IM_______________________________________________________ANTONIO MELIS sición al materialismo anglo-sajón que adquiere un fuerte aliento ético y se acerca, por este camino, a la posición abiertamente idealista del escritor uruguayo. Al mismo tiempo, los dos autores participan de ese impresionante proceso de reconciliación cultural con España, después del violento rechazo sucesivo a la Independencia, que culminará algunas décadas más tarde en la generosa movilización en los años de la guerra civil de España. Por caminos distintos, y con acentuaciones diferentes, se llega a percibir el carácter irreversible de la presencia española en América, sellada por el idioma, como muchos años más tarde reconoció Pablo Neruda, en una página memorable sobre los conquistadores: ...Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Americas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de losyelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras2. Son demasiado evindentes, por otra parte, las ambigüedades presentes en la propuesta...

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