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Reflexiones sobre ecocardiografía y deporte

2005; Sociedad Argentina de Cardiología; Volume: 73; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

1850-3748

Eduardo Guevara,

Cardiovascular and exercise physiology

Desde aquella famosa carrera de 40 km entre el campo de batalla de Maraton y Atenas (490 a.C.) –para avisar al pueblo de la victoria obtenida con las armas ante el ejercito persa– que culmino con la muerte (?subita?) del emisario, la vinculacion entre actividad fisica y corazon se hizo evidente. La actividad fisica y el entrenamiento deportivo introducen numerosas modificaciones hemodinamicas adaptativas, que dan por resultado cambios en el aparato cardiovascular acordes con el tipo de ejercicio realizado. Las modificaciones en la estimulacion del sistema nervioso autonomo y la hipertrofia miocardica son sus consecuencias mas ostensibles. Ambos cambios son reversibles y se mantienen solo en la medida en que perdure el entrenamiento vigoroso. Es bien conocido que la estimulacion de estos cambios, mediante el ejercicio programado en pacientes con afecciones cardiovasculares, forma parte integral del tratamiento y la rehabilitacion. Se ha descripto que las dimensiones cardiacas muestran un incremento de alrededor del 10% en el DDVI, del 15% al 20% en el grosor parietal y del 45% en la masa ventricular izquierda de deportistas en comparacion con un grupo control normal, (1) aunque en el trabajo de Alvarez y colaboradores –que se publica en este numero de la Revista– (2) los porcentajes de diferencia entre ambos grupos fueron menores. Como se menciono previamente, la magnitud de estas modificaciones dependera de la disciplina abrazada y de la proporcion entre ejercicio isometrico e isotonico que esta demande. (3) Independientemente de los cambios introducidos en el sistema muscular y la circulacion periferica, el mejor rendimiento que presentan los deportistas estaria dado por modificaciones en las condiciones de carga a las que se ve sujeto el VI. Por una parte, la disminucion de la frecuencia cardiaca y el aumento de las dimensiones diastolicas de la cavidad ventricular conducen a un acrecentamiento de la precarga que pone al corazon del deportista en un punto mas adecuado de la curva de Frank-Starling; por la otra, el mayor grosor de las paredes del VI al final de la sistole –sin que se geste un incremento del radio de curvatura de dicha cavidad–, disminuye el estres de fin de sistole y por ende la poscarga, con lo que mejora el rendimiento ventricular sin que pueda definirse cuanto hay de modificacion real en el estado inotropico. (4, 5) Pero lo que rescata el trabajo de Alvarez y colaboradores es algo que a menudo olvidamos: el ejercicio modifica las cualidades lusitropicas del miocardio, con lo que se explicaria, en buena parte, la mayor capacidad aerobica maxima alcanzada por los deportistas estudiados. La representacion espectral del flujo transvalvular mitral, obtenida mediante Doppler pulsado, permite analizar numerosos parametros relacionados con las caracteristicas de la diastole ventricular, pero estan sujetos –en gran parte– a los cambios que sufren las presiones intraventriculares y los gradientes auriculoventriculares. Un analisis minucioso de los flujos de las venas pulmonares y de las relaciones temporales entre las ondas A del flujo mitral y la onda VPa del flujo venoso pulmonar, como el que llevaron a cabo los autores, ayuda a minimizar estos escollos. El Doppler pulsado tisular es una herramienta util para detectar los cambios regionales de la funcion miocardica inducidos por el entrenamiento deportivo, tanto en lo que hace a la sistole como a la diastole del VI. Aunque los fenomenos diastolicos estan influidos por la frecuencia cardiaca a la que se hacen los registros, la velocidad diastolica del miocardio ventricular durante la fase de llenado rapido y su relacion con el aumento de la capacidad aerobica representarian un indicador de entrenamiento, a la vez que sirven para valorar la adaptacion del VI al ejercicio realizado. (6) Como bien demuestran los autores, existe una correlacion entre el proceso metabolicamente activo de la relajacion temprana del VI y la capacidad aerobica maxima, hecho que parece logico toda vez que una relajacion eficiente no requiere el aumento de la presion auricular izquierda, y por ende del pequeno circuito, para que se llene el VI. Por ultimo, cabe destacar que la mejoria lograda en la velocidad de relajacion que muestran los deportistas jovenes parece ser un efecto dependiente de la edad, ya que observaciones personales, coincidentes con otras publicadas, revelan que los deportistas activos despues de los 65 anos no tienen diferencias en el llenado ventricular izquierdo respecto de los pacientes sedentarios del mismo grupo etario. (7)