Artigo Revisado por pares

Las pruebas del Alter Ego en D'Annunzio y en Shakespeare

1952; National University of Colombia; Volume: 2; Issue: 6 Linguagem: Espanhol

ISSN

2011-3668

Autores

Julio Enrique Blanco,

Tópico(s)

Psychological Treatments and Disorders

Resumo

Solo por medio de un sujeto que es otro yo, captado como un sujeto que puede hacer del yo que lo capta un objeto de si mismo, se da la via para la prueba de hecho -experimental o vivencial- de la existencia de la pluralidad de los yos. Tal el hecho de la co-apercepcion intrafectiva, que es la que da la base para la demostracion, de que se va a tratar aqui, de la tesis del pluripsismo en refutacion de la antitesis del solipsismo. Ejemplo de semejante hecho es el que se da principalmente por el amor, cuando el yo amante llega a percibirse a si mismo como objeto del yo amado y, en tanto, como objeto de si mismo sentido desde otro yo. Es lo que ocurre en las fugaces rapideces de la co-apercepcion en los raptos de embelesos idolatricos o en los momentos de voluptuosidades sarcof'ilas. Y es por tanto lo que da la prueba efectiva, por esa via de los afectos que se penetran mutuamente, del alter ego, que se identifica en co-apercepcion con el yo que a traves de el se percibe a si mismo como objeto. Tambien en el sufrimiento, cuando un yo que sufre por el sufrimiento de otro llega a percibirse a si mismo como objeto del yo sufrente y, en tanto, como objeto de si mismo sufrido desde otro yo, se evidencia la misma o similar prueba. Por el contrario, en el dolor fisico 0 en la pena moral, un yo que ama a otro 0 que sufre por otro, deja de percibirse a si mismo como objeto, en co-apercepcion, de otro yo. Es entonces cuando el yo activo, que ha amado o que ha sufrido, torna a si mismo para reafirmarse, tras haber pasado por esa experiencia o vivencia del alter ego en que se ha probado a si mismo como objeto, en lo que originalmente era. El dolor fisico y la pena moral son, pues, las vias intrafectivas para el recogimiento y la reconcentracion de los yos que se reafirman en lo que cada uno es propiamente frente a la pluralidad infinita de los demas yos. Y es por ellas por donde se dan las pruebas de hecho de la tesis del pluripsismo en refutacion de la antitesis del solipsismo. Corolario de ello es que en aquellos que verdaderamente aman no se da el narcisismo de la egolatria, pues lo que sienten es la necesidad de amar a otro yo y de ser amados por otro yo que el propio, siendo el amor del propio yo el hecho del narcisismo egolatrico. De ahi que los que verdaderamente aman, por su fluente vida intrafectiva, sean de hecho ya pluripsistas; y que los que no aman a otros de verdad, los narciseos, sean en cierto modo ya solipsistas- por lo menos en su egolatria sin acolitos.

Referência(s)