Artigo Acesso aberto Revisado por pares

El ribosoma: lo que nos ha enseñado su estructura *

2010; CIG Media Group; Volume: 21; Issue: 1 Linguagem: Espanhol

10.1016/s0187-893x(18)30079-x

ISSN

1870-8404

Autores

Tzvetanka D. Dinkova, Estela Sánchez de Jiménez,

Tópico(s)

Silicon Carbide Semiconductor Technologies

Resumo

Hace 150 años se publicó la teoría de Darwin sobre la evolución que dice: “Las características de un organismo son hereditarias y sujetas a cambios al azar; los cambios que permiten al organismo mejorar sus opciones de supervivencia, se conservarán en las futuras generaciones”. El premio Nobel en Química 2009 fue otorgado a tres científicos que aportaron la última pieza requerida para conocer cómo funciona en realidad la teoría de Darwin a nivel atómico. El primer premio Nobel en este sentido fue uno de los más famosos en la historia: el otorgado en 1962 a Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins por el modelo atómico de la doble hélice de DNA. El segundo fue el otorgado en el 2006 a Roger Kornberg por la estructura de la RNA polimerasa que copia la información de DNA a RNA. El tercero, otorgado este año a Ada Yonath, Thomas Steitz y Venkatraman Ramakrishnan por la estructura cristalina de alta resolución del ribosoma – una de las maquinarias celulares más complejas – que completa el camino de la información genética, permitiéndonos conocer cómo el lenguaje de DNA/RNA se convierte en proteínas que garantizan el correcto funcionamiento celular.

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