Artigo Revisado por pares

La cama o la vida

2008; Servicio de Publicaciones; Volume: 36; Linguagem: Espanhol

10.5209/rev_alhi.2007.v36.22916

ISSN

1988-2351

Autores

Ana María Shúa,

Tópico(s)

Aging, Health, and Disability

Resumo

Entonces ella entro sin apuro, decidida y timida al mismo tiempo como lo exigia la epoca, con una suerte de audacia contenida, al departamento de el, y el la llevo sin contemplaciones al dormitorio, mejor no distraerse, mejor no darle tiempo a retroceder, a recordar impedimentos, la voz convirtiendose en barrera, mejor el silencio de los cuerpos, alli, en el dormitorio, el maldito, soberbio, brutal colchon de agua, uno de los primero del pais, orgullo de su dueno, hinchado, definitivo, prohibido, cayeron sobre el, y mientras se desvestian con la torpeza intensa, irrecuperable, de la primera vez, ella aprendia de a poco a montarlo, a mantenerse sobre el, un colchon de agua exigia ser domado, exigia cierta pericia de jinete pero despues que gloria, que acompanamiento, que juego de oleajes y de jugos y como aprendio ella a disfrutarla, a esa cama loca, mientras el aprendia todo sobre ella, olores, vellos, el roce nunca rutinario de las lenguas, un dia ya tan confiados quedandose dormidos para despertarse casi contra el suelo, mojados, en medio de un lago, riendose, tocandose, arreando con el agua, puteando contra el maldito plastico pinchado, desnudos, empujando el agua con secadores y baldes y trapos y gritos y juegos y el vecino de abajo quejandose de humedad en el techo, sus liquidos de amor exagerados filtrandose hasta el departamento del vecino, motivo de quejas del consorcio y se reian, y escurrian, perseguian el agua, se perseguian. Pero despues, entre ellos, ya no todo era un juego, y las caricias llegaban mas alla de la piel, se acariciaban los pulmones y el pancreas, ya no era solo amor de bocas, era amor de amigdalas y almas y separarse dolia despues de tanto amor, entonces ella se quedaba a dormir, cada vez mas seguido y el oleaje era menos gracioso, placentero, tan loco como siempre pero no tan divino, cada vez que uno se movia en el sueno, las olas sacudian al otro, se dormia salteado, con problemas, despertarse con el colchon pinchado y obligaciones matutinas fue penoso, quisieron arrear el agua y reirse y retorcer los trapos y la vida como antes pero era un dia de semana con horarios, el mundo estaba alli, clamando por sus fueros, limpiaron y secaron y decidieron comprar una cama verdadera, tal vez casarse, aunque no por iglesia, un colchon de gomaespuma no muy caro. Entonces el pais se sacudia como un colchon de agua, despues un maremoto, el oleaje amenazaba con taparlos, habia persecuciones oficiales y no tanto, podian venir a buscarlos, era hora de cambiar de lugar, cambiar de cama, no fue facil encontrar quien estuviera dispuesto a alojarlos, una noche levantaron el nuevo colchon de gomaespuma y de alguna manera lo llevaron, entre los dos, por calles patrulladas, cargar con una cama podia ser signo de perturbacion del orden, de peligro, de subversion, signo de muerte. Maldurmieron unos dias en la casa prestada, compartida, dandose amor furtivo, amor prohibido, como adolescentes que se ocultan de sus padres, hasta que tuvieron los pasaportes listos, fue en Paris donde armaron la otra cama, piecita de Paris con bano apenas y una cama imposible, sommier hundido y

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