Poeticas del modernismo. Espiritu ludico y juegos de lenguaje en la incognita 1889
1996; Johns Hopkins University Press; Volume: 111; Issue: 2 Linguagem: Espanhol
10.1353/mln.1996.0028
ISSN1080-6598
Autores Tópico(s)Literature, Culture, and Aesthetics
ResumoPoéticas del modernismo. Espíritu lúdico y juegos de lenguaje en La incógnita (1889) Nil Santiáñez-Tió 1. Introducción: polisemia y modernidad del juego J. Ortega y Gasset fue uno de los primeros estudiosos en notar la íntima conexión entre la literatura experimental de nuestro tiempo (llámese “modernismo,” “vanguardias” o “posmodernismo”) y el juego. Con su habitual penetración, Ortega aprecia en La deshumanización del arte que uno de los rasgos distintivos del “nuevo estilo” radica en “considerar el arte como juego, y nada más” (24). El artista “nuevo,” observa Ortega, ha abandonado toda pretensión de trascendencia social, filosófica o política para su arte, en otras épocas tan importante; el arte se convierte por ello en broma, en artificio, en juego. “El nuevo estilo (. . .),” sentencia, “solicita (. . .) ser aproximado al triunfo de los deportes y los juegos [de la época actual]” (60). La historia de la literatura de los últimos cien años ha confirmado plenamente la observación de Ortega. Hoy es algo bastante sabido que las letras e incluso la crítica literaria de la modernidad están particularmente interesadas por todo lo relacionado con el juego (vid. Suleiman 266–69). Bastará con recordar aquí algunos de los hitos más significativos de esa preocupación por lo lúdico en la historia literaria: los juegos de Lewis Carroll en sus dos novelas sobre Alicia, el coup de dés mallarmeano, el ajedrez en Unamuno (Niebla, La novela de don Sandalio, jugador de ajedrez), los juegos de palabras de James Joyce y G. Cabrera Infante, las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, los [End Page 299] laberintos borgeanos, la rayuela de J. Cortázar, o las estructuras y motivos lúdicos de algunas novelas de V. Nabokov, Gonzalo Suárez, A. Robbe-Grillet, S. Beckett, Max Aub (pienso sobre todo en Juego de cartas), I. Calvino y R. Queneau. Esa recurrencia del juego en los distintos niveles de la obra literaria corre paralela con el papel desempeñado por el juego en la filosofía del lenguaje contemporánea, en particular la de Saussure, Derrida y el Wittgenstein de las Investigaciones filosóficas (vid. al respecto Allen Thiher). El paradigma aristotélico del lenguaje, según el cual el lenguaje representa el orden del pensamiento, el cual a su vez representa el orden de las partes constitutivas del mundo, se ha desmoronado ante las argumentaciones de esos pensadores. Para el último Wittgenstein, el lenguaje no es una “pintura” (Bild) del mundo (como había argumentado en su Tractatus logico-philosophicus), sino una serie indefinida y variable de “juegos de lenguaje” mediante los que el individuo articula el mundo. Según Saussure, la lengua es un sistema reglamentado de signos lingüísticos cuyo valor se define en términos de oposición y diferencia; para ejemplificar su funcionamiento, Saussure compara repetidamente el sistema de la lengua con el juego del ajedrez. Derrida sostiene, por su parte, que no existe una verdad, una trascendencia que pueda detener la libre proliferación de interpretaciones; no hay centro posible, sino el constante “juego” de signos, el continuo aplazamiento o différence de una presencia imposible (409–28). El presente trabajo parte de esa extraordinaria importancia del juego en la cultura moderna, si bien sus propósitos son bastante más concretos. Teniendo siempre en cuenta la discusión contemporánea sobre el tema, el objetivo de estas páginas consiste en investigar una de las obras en que, por primera vez en las letras españolas modernas, se textualiza el interés de la modernidad por el juego: me refiero a La incógnita (1889), de B. Pérez Galdós. 1 Con ese objeto, se estudian las diversas configuraciones del juego así como sus distintas funciones en la novela; al final, se proponen varios contextos para interpretar el sentido global del juego en La incógnita. Como espero demostrar, un examen [End Page 300] de La incógnita desde esta perspectiva revela no sólo la multifuncionalidad del juego dentro de una misma obra literaria; además, nos ayuda a entender sus aspectos más innovadores...
Referência(s)