Artigo Revisado por pares

Infusión de linfocitos T del donante en un niño afectado de leucemia mielomonocítica crónica juvenil con pérdida de quimerismo postrasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos

2007; Elsevier BV; Volume: 66; Issue: 4 Linguagem: Espanhol

10.1016/s1695-4033(07)70450-2

ISSN

1695-9531

Autores

José María Pérez‐Hurtado, Concepción Pérez de Soto, Isabel Fernández López, M. Carmona, Jaime Orlando,

Tópico(s)

Hematopoietic Stem Cell Transplantation

Resumo

La leucemia mielomonocítica crónica juvenil (LMMC-j) es una entidad muy infrecuente durante la infancia. Su etiopatogenia, biología y curso evolutivo no son bien conocidos. El mejor tratamiento para esta enfermedad es el trasplante alogénico de progenitores hematapoyéticos (TPH). Si se produce una recidiva con posterioridad a un TPH las opciones terapéuticas son ya muy limitadas. Presentamos nuestra experiencia utilizando infusiones secuenciales de linfocitos T del donante para el tratamiento de un niño afectado de una LMMC-j con pérdida de quimerismo y recidiva biológica con cultivo de CFU-GM patológico a los 5 meses de habérsele realizado un TPH alogénico de donante no relacionado. Lactante varón de 8 meses y 10 kg de peso diagnosticado en octubre de 2004 de LMMC-j. Cariotipo 46XY. Cultivo de CFU-GM patológico con crecimiento de colonias en ausencia de citocinas y abundantes macrólidos. Crupo sanguíneo AD. No tenía donante familiar idéntico por lo que en junio de 2005 se le realizó un TPH de donante no relacionado de células progenitoras de sangre periférica, estando su enfermedad en el momento del TPH en actividad dado que no había respondido previamente a un ciclo ICE. El TPH se acondicionó con busulfán, ciclofosfamida y melfalán. Profilaxis de EICH con ciclosporina y metotrexato. Tras el TPH alcanzó su primera remisión completa citológica y además un cultivo de CFU-GM normal. El día + 35 se objetivó un quimerismo completo, 100 %, por PCR en tiempo real de la serie leucocitaria y el día + 65 presentaba el grupo sanguíneo del donante (0 cde). El día + 152 se aprecia pérdida de quimerismo en serie leucocitaria y serie roja. Persistía en remisión citológica pero de nuevo el cultivo de CFU-GM era patológico. Se realizaron dos infusiones de linfocitos T del donante separadas por 2 meses. Tras la primera (CD3 1,2 × 107/kg) se obtuvo el día + 174 un quimerismo mixto del 2% en serie leucocitaria sin que presentara EICH aguda. Se decidió una segunda infusión de linfocitos T el día + 222 por persistir idénticos resultados en los sucesivos controles de quimerismo. La dosis de CD3 infundida fue 4,8 × 107/kg. El día + 237 sufre una EICH aguda en piel grado II/III que se ha tratado con tacrolimus tópico con buena respuesta. Se alcanzó un quimerismo mixto del 62% leucocitario. Adicionalmente el cultivo de CFU-GM en médula ósea volvía a ser normal y de nuevo el grupo sanguíneo era el del donante. En la actualidad persiste en igual situación con una EICH cutánea de grado I. La hasta ahora evolución favorable de nuestro paciente sugiere que esta enfermedad puede ser subsidiaria de tratamiento inmunológico con infusiones de linfocitos T del donante para el control de la pérdida de quimera post-TPH. El hecho de que en este caso el cultivo de CFU-GM fuera patológico previamente a dichas infusiones no impidió que se restableciera la quimera tras las mismas. No ha sido necesario por tanto administrar quimioterapia para intentar conseguir la normalización del cultivo antes de las infusiones y la recuperación de la quimera se ha obtenido en este caso con un procedimento que ha sido poco tóxico y muy bien tolerado por nuestro paciente.

Referência(s)
Altmetric
PlumX