Pandillas y violencias urbanas El suroriente de Bogotá
2001; Routledge; Volume: 7; Issue: 2 Linguagem: Espanhol
10.1080/13260219.2001.10430030
ISSN2151-9668
Autores Tópico(s)Gender, Health, and Social Inequality
ResumoAbstract Las agresiones juveniles se riegan entre las ciudades del mundo, alcanzando incluso a países pacíficos como el vecino Ecuador. 1 Xavier Andrade, ‘Violencia y vida cotidiana’, en Julio Echeverría y Amparo Menendez, Violencia en la región andina. El caso de Ecuador, Quito, Flacso, 1994. La bella pelicula El Odio retrata a los pandilleros parisinos. El ascenso de la violencia urbana se ha convertido en un fenómeno globalizado. Naciones Unidas, Un mundo en proceso de urbanización. lnforme mundial sabre asentamientos humanos, Bogota, Tercer Mundo, 1996. En Colombia igualmente se difunden. Lejos de circunscribirse al perímetro de las ciudades, adquieren cuerpo hasta en pequeños asentamientos. 2 Para información sobre Barranquilla mirar Diego Pérez y Marco Raul Mejia, De calles, parches, galladas y escuelas, Bogotá, Cinep, 1996; sobre las ‘champetas’ en Monteria, Informe de trabajo sobre mujeres, mimeo, Monteria, 2000; las pandillas cartageneras, en Carmen Cabrales (coordinadora), Pandillas juveniles en sectores populares de Cartagena, mimeo, Universidad de Cartagena, 1989; las de Pereira, en Carlos Mario Perea, Pandillas y violencia en Pereira, ONU, Bogotá, mimeo, 1996; los ‘aletosos’ de Tumaco, en Eduardo Restrepo, ‘Territorios e identidades hubrídas’, en Juana Camacho y Eduardo Restrepo (eds), De montes, rios y ciudades, Bogota, Fundación Natura-Ecofondo-Icanh, 1999. Asimismo la prensa comienza a mencionar cientos de lugares con presencia pandillera, como Girardot, El Espectador, ‘Más que una serie de televisión’, Bogotá, 3 de septiembre del 2000, p. 3E. Se trata de un inquietante fenómeno urbano, no sólo por su proliferación y sus prácticas delictivas, sino por el desafío lanzado por muchachos de corta edad entregados al ‘des madre’ sin tapujos. Como expresa un pandillero, ‘pertenecer a un rue do significa respeto y poder ... que con una mirada un man se erice'. 3 Commentario de uno de los pandilleros que participaron en una investigación/encuesta indentificada y aclarada en las notas 5 y 7. Futuros comentarios se identificaron en una nota con el nombre del pandillero, ‘encuesta’ y la página adecuado. (Sólo se dan el primer nombre de los informantes oara proteger su anonimato.) Ciertamente la imposición violenta anida en el corazón de la pandilla marcando la diferencia con las restantes agrupaciones juveniles, unas ocupadas en búsquedas culturales y otras en aspiraciones comunitarias. No todos los jóvenes populares son pandilleros, como lo quiere el nefasto estigma que convierte la edad y la pobreza en insuperable motivo de degradación y violencia. Muchos se meten al ‘ruedo’, sin duda, arrastrados por el embeleso de una ‘mirada’ paralizante capaz de hacer que ‘un man se erice’. 4 De un total de 1024 agrupaciones juveniles identificadas en Bogotá el 38 por ciento corresponde a 10 que aquí se definira como pandilla. Alonso Salazar (coordinador), Imaginarios, presencias y conflictos entre los jóvenes de Bogotá. Observatorio de cultum urbana, Bogota, informe de investigación, mimeo, Instituto Distrital de Cultura y Turismo, 1998.
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