Artigo Revisado por pares

El zoológico de Domínguez Camargo en el poema heroico San Ignacio o el conceptismo como clave de lectura

2014; University of North Carolina at Chapel Hill; Volume: 171; Issue: 1 Linguagem: Espanhol

10.1353/hsf.2014.0030

ISSN

2165-6185

Autores

Ignacio Arellano,

Tópico(s)

Animal Law and Welfare

Resumo

El zoológico de Domínguez Camargo en el poema heroico San Ignacio o el conceptismo como clave de lectura Ignacio Arellano El Poema heroico San Ignacio de Loyola, del colombiano Hernando Domínguez Camargo ha llamado la atención de algunos estudiosos, que han contribuido a un mejor conocimiento de este poema ultragongorino de muy complejas dimensiones.1 A los estudios ya clásicos de Carilla o Meo Zilio2 se han añadido análisis de los elementos emblemáticos,3 fuentes mitológicas de inspiración e imitación,4 visión de la naturaleza,5 técnica del bodegón,6 identidad americana y representatividad de su barroquismo – a menudo evocando comentarios de Lezama Lima muy poco significativos –, e incluso de una supuesta calidad subversiva antiimperialista, defendida con pocos argumentos en empeñosas páginas que no hacen mucho caso del texto.7 Sin embargo, pocas veces – apenas puedo citar un artículo de Pinillos (2001) parcialmente orientado en este sentido, y uno de los trabajos de Echavarren (2010) – se ha atendido a lo que creo es el rostro fundamental del poema, incluso más allá de su obsesivo gongorismo, el cual se halla integrado precisamente en el marco estético global que lo define, y que no es otro que el de los procedimientos de la agudeza que codifica Gracián en su Agudeza y arte de ingenio, el conceptismo, clave de lectura de este poema – y en general de la literatura española del xvii. Para centrar mi examen he seleccionado los motivos animales que se hallan involucrados en estos procedimientos, dejando a un lado los casos más triviales – los menos – de menciones puramente descriptivas. Dada la innumerable cantidad de ocurrencias me limitaré a usar ejemplos del primer libro. Los restantes añadirían una infinidad de referencias, pero su aclaración y comentario deberá encomendarse a una necesaria edición crítica y anotada.8 [End Page 29] Antes de entrar en una casuística más detallada intentaré ilustrar con un ejemplo la metodología propuesta. Pinillos se ha ocupado con inteligencia de algunos emblemas animales que elabora Camargo. Tomemos su comentario de la contrariedad del león y el gallo (79, CXXXII), que Pinillos glosa:9 La octava CXXXII donde el gallo molesta el sueño vigilante del león, está conectada con varios motivos emblemáticos. Según tradiciones zoológicas el león duerme vigilante con los ojos abiertos, como en el emblema de Saavedra “Non majestate securus” que lo representa medio dormido.10 La hipérbole camargiana por agudeza de semejanza: “en sus ojos dos Argos aloja”, enfatiza su vigilancia, con el motivo de los cien ojos de Argos, de amplia tradición entre los emblemistas.11 El león persiguiendo al gallo y viceversa, es emblema en varios autores: Villava con el mote “Dum vigilo” ‘mientras estoy en vela’12 o Lorea, “Caelisti auxilio” que comenta: “Con los alientos del sol predomina al león el gallo: pierde éste sus fuerzas cuando sale la luna, y descaece tanto de sus bríos, cuanto antes con el sol estaba alentado; por eso recobra el león, y entonces no le teme”.13 Las dimensiones emblemáticas quedan bien explicadas, pero hay que añadir algo más sobre el tejido ingenioso del pasaje. El contexto es la batalla de Pamplona entre españoles y franceses – no se refiere a un gallo y a un león literales –, representados por el león del escudo de Castilla (reino de León) y por el gallo que alude a los ‘galos’,14 de manera que los motivos animales establecen correspondencias simbólicas a través de la heráldica y de un juego de palabras – paronomasia – tópico. La estrofa integra una serie de agudezas de contrariedad y alusiones que enriquecen la antítesis básica: el gallo alterna sueño y vigilias, porque es animal que vigila y sirve de despertador, pero a veces duerme; en contraposición los ojos del león son dos Argos, incluso cuando es más acariciado por el sueño, ya que el león duerme con los ojos abiertos. A...

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