Perfil clínico, tratamiento y pronóstico de los pacientes con infarto agudo de miocardio no ingresados en una unidad coronaria: utilidad de una unidad de cuidados intermedios como lugar de ingreso inicial
2003; Elsevier BV; Volume: 56; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.1016/s0300-8932(03)76862-6
ISSN1579-2242
AutoresXavier Bosch, Joaquín Pérez, Elena Ferrer, José Ortiz, Juan Carlos Pérez-Alba, Magda Heras, Ginés Sanz, Amadeo Betriu,
Tópico(s)Cardiac Health and Mental Health
ResumoExiste poca información sobre el tratamiento y el pronóstico de los pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) que, por falta de camas disponibles, no ingresan en la unidad coronaria (UCIC). El objetivo del estudio fue conocer las características y la evolución de estos pacientes en un servicio de cardiología que dispone de unidad de cuidados intermedios (UCINT). Se comparó el perfil clínico, el tratamiento recibido y el pronóstico a los 12 meses de los pacientes con IAM ingresados en una UCIC con los no ingresados, en función de que lo fueran en la UCINT o en sala de hospitalización convencional tras permanecer controlados en urgencias durante 24 h (sala). De un total de 242 pacientes con IAM, 62 (23%) no ingresaron en la UCIC por falta de camas, 29 (12%) ingresaron en la UCINT y 26 (11%) en sala. Los pacientes ingresados en la UCIC acudieron antes al hospital, tenían menor edad, había un menor número de mu-jeres y menos casos de diabetes. El IAM con elevación del segmento ST fue más frecuente entre los ingresados en la UCIC que en la UCINT o sala (67 frente a 17% y 23%; p < 0,0001), mientras que ocurrió lo contrario en los pacientes con IAM sin onda Q (30, 76 y 81%; p < 0,0001). No se observaron diferencias significativas en el número de pruebas de estrés realizadas, procedimientos de revascularización pasadas las primeras 24 h, estancia media (mediana, 8 días) ni en la mortalidad hospitalaria. La supervivencia a 12 meses fue del 82, 80 y 64% en los ingresados inicialmente en la UCIC, la UCINT o sala, respectivamente (p < 0,05), diferencias que dejaron de ser significativas tras ajustar por el perfil basal de los pacientes y el tratamiento recibido al ingreso. En relación con los pacientes con IAM ingresados en la UCIC, los ingresados en la UCINT o en sala tenían con mayor frecuencia infartos sin elevación del segmento ST y sin onda Q, pero con un peor perfil de riesgo de mortalidad a largo plazo. Teniendo en cuenta las diferencias en el tipo de IAM, se les aplicó un número parecido de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, y el pronóstico a 12 meses fue similar. Las unidades de cuidados intermedios pueden ser útiles para paliar el déficit de camas de la UCIC como lugar de ingreso inicial de algunos pacientes con IAM. There is little information about the management and prognosis of patients with acute myocardial infarction (AMI) who are not admitted to coronary care units (CCU) because of the lack of available beds. The aim of this study was to evaluate the characteristics and prognosis of the patients who were admitted to the intermediate care unit (INTCU) of a cardiology department. We compared the clinical profile, management, and 12-month prognosis of the patients admitted to the INTCU or general ward (Ward) instead of the CCU. Out of 242 patients with AMI, 62 (23%) were not admitted to the CCU due to the lack of available beds. Of these, 29 (12%) were admitted to the INTCU and 26 (11%) to the Ward after being monitored for at least 24 h in the emergency room. Patients admitted to the CCU arrived at the hospital early, were younger, less frequently female, and had a lower prevalence of diabetes. ST-segment elevation AMI was more frequent in patients admitted to the CCU than in patients admitted to the INTCU or Ward (67 vs 17 and 23%, respectively; p < 0.0001), and non-Q wave AMI was less frequent (30 vs 76 and 81%; p < 0.0001). No differences were found between groups in the number of stress tests or revascularization procedures performed after the first 24 h, the duration of the hospital stay (median 8 days), or in-hospital mortality. The 12-month survival was 82, 80, and 64% in the patients admitted to the CCU, INTCU, or Ward (p < 0.05), respectively. These differences ceased to be significant after adjusting for the patients’ baseline clinical profile and treatment received at admission. Compared to patients with AMI admitted to the CCU, patients admitted to the INTCU or Ward after being monitored at least 24 h had non-ST elevation and non-Q wave AMI more frequently, but a less favorable risk profile for long-term mortality. The different types of AMI were managed similarly and had a similar 12-month prognosis. Intermediate care units may be useful for palliating the lack of CCU beds and care for some patients with AMI.
Referência(s)