Mis encuentros con José Luis Aranguren
1997; Spanish National Research Council; Issue: 15 Linguagem: Francês
10.3989/isegoria.1997.i15.163
ISSN1988-8376
Autores Tópico(s)Spanish Literature and Culture Studies
ResumoEn diciembre de 1950 llegue a Madrid becado por el entonces llamado Instituto de Cultura Hispanica. Dos fueron las razones principales que motivaron mi decision de estudiar en Espana. La primera tenia una connotacion negativa: estaba francamente cansado de lo que percibia como una penetrante mediocridad universitaria impuesta en aquellos anos por profesores cuyo unico merito era su filiacion pcronista y a quienes parecian no molestarles las leyendas en las paredes de los edificios cercanos a la Universidad con textos tales como «Haga patria, mate un estudiante» o «Libros no, alpargatas si». La imposicion de la corbata negra a todo empleado publico a raiz de la muerte de Eva Peron, la letania radial cotidiana de su paso a la inmortalidad a las 8,25 de la noche, el uso de la motoneta como medio de transporte presidencial, la presencia de Peron en congresos de filosofia exponiendo su pensamiento filosofico arropado con un heterogeneo catalogo de citas de Parmenides, Socrates, Hesiodo, Protagoras, Jesucristo, Tomas de Aquino, Spinoza, Leibniz, Hobbes, Voltaire, Hegel, Marx, entre otros, y ataques al racionalismo filosofico y al liberalismo politico 1, la peronizacion de la Suprema Corte de Justicia, el dudoso caracter de la Fundacion Eva Duarte de Peron que, no obstante ser privada, recibia una vez al ano en calidad de donacion el total de los ingresos nacionales de un dia, eran elementos de una realidad politico-social que habian transformado a mi pais en un habitat insoportable. La segunda motivacion tenia una connotacion positiva: aunque de forma indirecta y algo imprecisa, sabia que en Madrid existia un grupo de intelectuales que, no obstante las caracteristicas del regimen politico imperante (que en muchos aspectos no se diferenciaba del argentino), mantenian una posicion de larvada oposicion liberal y, ademas, eran excelentes profesores cuando no filosofos de primera categoria como Xavier Zubiri. Por otra parte, Espana significaba, desde la optica de un argentino provinciano, Europa. Tuve la suerte de aterrizar en el Colegio Mayor de Nuestra Senora de Guadalupe, en la calle Donoso Cortes 65, dirigido por Antonio Lago CarbaUo. Antonio era (y sigue siendolo) una mezcla perfecta de habil administrador y de intelectual abierto y desprejuiciado, con una inquebrantable fe en las posibilidades de cooperacion universitaria en el ambito hispanico. Estas dotes son las que explican la seleccion de los escolares tanto espanoles como hispanoamericanos del Guadalupe. Entre los primeros, algunos nombres pueden
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