Vieillir en immigration
2001; University of Poitiers; Volume: 17; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.3406/remi.2001.1761
ISSN1777-5418
AutoresÉmile Témime, Claudio Bolzman, Rosita Fibbi, Michelle Guillon,
Tópico(s)Aging, Health, and Disability
ResumoEnvejecer en la inmigración. Emile Témime. La inmigración se presenta precaria por naturaleza, la propia expresión « trabajo inmigrante » implica que la presencia del inmigrante se halla estrechamente ligada su actividad profesional. Que ésta venga a terminarse, lo absurdo de la condición de inmigrante aparece absurda. Que « uno se mate » a trabajar o que, por el contrario, vuelva al país, en cualquier caso no se trata de « envejecer en la inmigración ». Hasta ahora la inversa constituía casos excepcionales. Así, nos hallamos ante un fenómeno novedoso que, desde hace algunos años, se acentúa con la transformación de la inmigración laboral en inmigración de residencia y con el aumento natural y general de la esperanza de vida de los trabajadores inmigrantes. Estos hombres saben que no volverán ; inactivos, enfermos, en paro de larga duración jubilados, han perdido « la razón de existir ». Se trata de un fenómeno irreversible y sorprendente, tanto si se vive en soledad como si se realiza en familia. La falta de preparación respecto a estas nuevas condiciones de vida se traduce en un desarraigo en relación con lo cotidiano y en la acentuación del sentimiento de soledad. Este último viene dado por dos tipos diferentes de expresión : el del individuo aislado que prolonga más allá de lo habitual su existencia en el centro de acogida o en el apartamento amueblado, y el del cabeza de familia cuyo estatuto social se halla radicalmente modificado a partir de su nueva situación. Los « viejos inmigrantes » forman, así, una categoría « a parte », imprevista olvidada largo tiempo pero cuya importancia se acrecienta demostrando la necesidad actual de tomarla en cuenta.
Referência(s)