Entre la ciencia y el sueño: Notas sobre la fortuna de los cuatro elementos en las letras españolas
2002; Spanish National Research Council; Volume: 64; Issue: 128 Linguagem: Espanhol
10.3989/revliteratura.2002.v64.i128.175
ISSN1988-4192
Autores Tópico(s)Cultural and Mythological Studies
Resumotro sustancias elementales están dotadas de un extraordinario poder vivificador, que debió de resultar evidente para el hombre primitivo a la luz de experiencias tan simples como la sed, la respiración, el calor interior de los organismos vivos, la acción del fuego solar, o el crecimiento de las plantas gracias a la conjunción del agua y de la tierra, de todo lo cual pudo deducirse que cada uno de estos elementos es indispensable para sostener la vida, y que los organismos perecen cuando se les priva de calor, aire, agua o alimento sólido.Como consecuencia de lo dicho, el hombre se ha sentido siempre fascinado por la vida espontánea que nace de la tierra, por la ubicuidad y movilidad de las aguas y del aire, considerados como agentes de la vida, y por la eficacia misteriosa de la llama, seductora y terrible a un mismo tiempo, lo cual explica que estos elementos, como todo lo que fluye o crece, aparezcan divinizados en las religiones-primitivas, transformados en símbolos y promotores de vida y fecundidad, y que todos ellos intervengan, en mayor o menor medida, en muchas cosmogonías.Y, en efecto, en las religiones arcaicas, como la que daba culto a Mitra, los dioses estaban en todas partes y todo era objeto del homenaje del hombre: El fuego con que preparaba los alimentos y que le proporcionaba calor, el agua, que extinguía su sed y le limpiaba, el aire que respiraba, y hasta la tierra que pisaba, «todo era divino a sus ojos, y toda la naturaleza que le rodeaba despertaba en él un piadoso estremecimiento ante los poderes infinitos que actúan en el universo»"^.También según la antigua filosofía hindú, el vacío se condensó en éter, y a partir de él se precipitaron el aire, el fuego, el agua y la tierra, por este orden ^.Bécquer, en una de sus leyendas, recordó que Brahma:...creó los cuatro elementos, y creó también sus guardianes: Agnis, que es el espíritu de las llamas; Vajous, que aulla montado en el huracán; Varunas, que se revuelve en los abismos del Océano, y Prithivi, que conoce todas las cavernas subterráneas de los mundos y vive en el seno de la creación ^ En el ritual védico, el altar del fuego reproduce la cosmogonía, en la cual también se hallan presentes los otros elementos:
Referência(s)