Structure of the North Patagonian thick-skinned fold-and-thrust belt, southern central Andes, Argentina (41°–42°S)
2004; Elsevier BV; Volume: 18; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1016/j.jsames.2004.08.006
ISSN1873-0647
AutoresRaúl Eduardo Giacosa, N. Heredia,
Tópico(s)earthquake and tectonic studies
ResumoThe structure of the southern sector of the central Andes in the North Patagonian Andes of the Argentinean slope (41°–42°S) is characterized by a Tertiary fold-and-thrust belt formed by an E-vergent imbricate thrust structure and a retrovergent thrust system. The paleogeographic distribution of Jurassic rocks suggests that some of the W-vergent thrusts may have been part of a Mesozoic extensional fault system inverted during Andean compression. On the basis of the structures and rocks involved in the deformation, we distinguish a western and an eastern sector. The western sector developed on pre-Tertiary basement rocks with E-vergent thrusts and an associated backthrust system that forms a triangle zone that exposes Mesozoic and pre-Mesozoic rocks. In the eastern sector, thrusting that formed the Ñirihuau foldbelt involved Cenozoic volcanic and sedimentary rocks and affected a subsurface synorogenic wedge. The boundary between the two sectors is probably a normal fault that was active during the middle Mesozoic. The regional cartography and microtectonic observations suggest predominant dip-slip movements of the thrust sheets. However, there is no evidence of major N–S strike-slip movements as has been proposed for the forearc region (Chilean Andes) and northwestern Patagonia on the basis of fault slip data analysis. A Tertiary sedimentary basin was developed in relation to the eastward migration of the orogenic front toward the foreland. La estructura del sector sur de los Andes Centrales entre los 41° y 42° de latitud sur, en los Andes Nordpatagónicos de Argentina, está caracterizada por una faja corrida y plegada del Terciario. Está integrada por una estructura imbricada de corrimientos con un transporte general hacia el este y un sistema retrovergente intercalado. La distribución paleogeográfica de las rocas jurásicas, sugiere que algunos de los retrocorrimientos habrían formado parte de un sistema extensional mesozoico, invertido durante la compresión andina. Las estructuras y las rocas involucradas en la deformación, permiten distinguir dos sectores limitados por una estructura regional que se interpreta como una falla normal del Mesozoico. El sector occidental desarrollado mayoritariamente sobre rocas ígneas y metamórficas del basamento pre-Terciario, presenta corrimientos de vergencia este y retrocorrimientos que conforman zonas triangulares de piel gruesa, en las que afloran las rocas paleozoicas y mesozoicas. En el sector oriental los corrimientos deforman rocas cenozoicas, siendo sus principales estructuras, la faja plegada de Ñirihuau con rocas volcánicas y sedimentitas terciarias intensamente plegadas y, hacia el este en el subsuelo, una cuña sedimentaria sinorogénica con menor deformación. La mayor parte del relleno sedimentario del Terciario superior, se desarrolló en relación con el avance hacia el este del frente orogénico. La cartografía regional y los datos microtectónicos sugieren que las láminas tectónicas fueron emplazadas principalmente por desplazamientos de inclinación. No se encontraron evidencias significativas de que fallas de desplazamiento lateral dextral de rumbo N–S, hayan tenido una participación importante en la formación de este tramo de los Andes Centrales, tal como estudios previos sugieren o, como ocurre en la región del antearco chileno.
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