Artigo Revisado por pares

Lope, Camoes y Petrarca y los primeros versos de las Soledades de Gongora

1986; University of Pennsylvania Press; Volume: 54; Issue: 3 Linguagem: Espanhol

10.2307/473193

ISSN

1553-0639

Autores

Donald McGrady,

Tópico(s)

Literary and Cultural Studies

Resumo

con un Mateo Alemin, pongamos por caso, luce * oss6lo como excepci6n en un panorama donde, las D QW mas veces, los autores parecen sentirse separados-no unidos-por su comuin dedicaci6n al quehacer literario. Nos intriga-y tambien nos entristece-ver que dos autores tan excelsos como G6ngora y Quevedo desperdiciaron sus dotes poeticas dedicandose versos soeces, o notar c6mo varios poetas destacados se unieron para mofarse de un colega contrahecho, como lo era Ruiz de Alarc6n. Otro de los espectaculos mas tristes y sorprendentes consiste en la comprobaci6n de la aparente soledad y aislamiento en que vivi6 uno de los genios mas humanos y compasivos de aquel siglo aureo-Miguel de Cervantes. Observando este trato entre unos y otros escritores, Ilegamos a la abrumadora conclusi6n de que el sentimiento predominante entre ellos-el que los hacia mirarse con cauteloso recelo, en lugar de fraternal afecto-era la envidia. En vez de considerarse como companieros en una bfisqueda compartida (la de la belleza), muchos de ellos parecen haberse mirado como competidores para un mismo fin: el aplauso de los contemporaneos y la gloria ante la posteridad. De todas las rivalidades de aquel siglo, sin duda la mis sonada, y la mejor documentada, es la que se prolong6 durante unas cuatro decadas-aproximadamente desde 1585 hasta 1625-entre dos titanes de la poesia espafiola: Lope de Vega y don Luis de G6ngora. Los dos encarnan toda una serie de caracteres personales antit6-

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