Descubrámonos los unos a los otros
1998; Spanish National Research Council; Issue: 19 Linguagem: Espanhol
10.3989/isegoria.1998.i19.129
ISSN1988-8376
Autores Tópico(s)Social Sciences and Policies
ResumoEn este tiempo en que vivimos, donde proliferan las librerias repletas de libros capaces de ensenar todas las tecnicas y tecnologias, todos los sistemas y metodos, todos los trucos y artificios -como, v, g., el arte de ser mujer y no morir en el intento, quiza incluso un dia el arte de ser humano y no matar por costumbreno faltaran seguramente los manuales de como impartir una conferencia, bien ordenados en secciones, capitulos y subcapitulos, de acuerdo con los procesos mentales logicos mas adecuados al conferenciante, asi como a los conocimientos y expectativas de los asistentes; tengamos en cuenta, ademas, que segun las lecciones que nos vienen del otro lado del Atlantico toda la informacion y los analisis expresados en una conferencia deberan ir acompanados de un ingrediente considerado indispensable a la buena digestion y asimilacion de las ideas ofrecidas. Tal ingrediente es el humor. Temo, sin embargo, que, en el caso de la charla que han venido a escuchar, tanto la informacion como el analisis no resulten suficientemente satisfactorios, y por lo que respecta al humor, pienso, al/contrario de 10 que se cree generalmente, que se trata de algo demasiado serio como para tomarselo a broma. Quiero decir con esto que no debeis esperar grandes novedades y alardes del simple novelista que soy, y que aunque no me sean del todo ajenas las virtudes de la ironia y del humor, no me parece que el tema que aqui os traigo hoy se preste a exhibiciones de esa naturaleza, a no ser que nos refiramos a esa otra modalidad del humor y de la ironia, que es, sin duda, la mas saludable entre todas ellas y no consiste sino en ser uno al mismo tiempo el agente y el objeto de la misma. En esos manuales del perfecto conferenciante, de cuya real existencia no estoy enteramente seguro (aunque ciertamente no habran escapado a la imaginacion de los autores y a la perspicacia de los editores, empenados unos y otros en hacernos la vida mas facil), sin duda se hablara de los modos principales de abordar un asunto: el primero de los cuales es el del sopeton, que casi no da tiempo a que los asistentes se acomoden en sus sillas, aturdidos inmediatamente por la vehemencia de la alocucion, por la profundidad de los conceptos o por aquello que algunos llaman actualmente comunicacion agresiva; mientras que el segundo modo es el de no tener prisa e invita a
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