Las otras ideas: Estudio sobre el primer socialismo en México, 1850 – 1935
2010; Duke University Press; Volume: 90; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.1215/00182168-2010-026
ISSN1527-1900
Autores Tópico(s)Mexican Socioeconomic and Environmental Dynamics
ResumoEl socialismo mexicano en el siglo XIX no ha sido un campo muy visitado por los historiadores. En 1969, Gastón García Cantú dedicó un libro a ese asunto; una década antes, Silvio Zavala se interesó en las reflexiones de Víctor Considerant al problema social mexicano. Y antes que ellos, José C. Valadés incursionó en la historia y los documentos del socialismo libertario en México. Tampoco son abundantes los estudios dedicados a la historia de los trabajadores y sobre todo al universo de sus acciones y representaciones en el siglo XIX. Uno de ellos es un libro que Carlos Illades publicó en 1993 dedicado al artesano urbano en la ciudad de México. Desde entonces este historiador no ha dejado de incursionar en el mundo del trabajo, aunque ensanchando sus intereses y perspectivas. Es el caso de Las otras ideas, obra en la que cristaliza una larga investigación jalonada por diversas publicaciones de ensayos y artículos en los que Illades fue exhumando docu-mentos, personajes e ideas de un primer socialismo sobre el que se tenían nociones en muchos casos imprecisas. Es por ello que este libro conjuga un denso saber acumulado y lo hace desde el doble mirador de la historia social y de la historia de las ideas, tratando de articular una exploración sobre la génesis doctrinal del socialismo utópico y romántico, con sus manifestaciones en el campo de la acción política.En momentos en que el liberalismo en ascenso centraba sus preocupaciones en la construcción de una ciudadanía como garante del ejercicio de deberes y obligaciones políticas, en México se escucharon voces que llamaron la atención sobre lo inacabado de este proyecto. Se objetaba que la libertad, la igualdad y la fraternidad no serían posibles en regímenes que dejaran de atender el problema de la injusta distribución de la riqueza. Deslindar lo político de lo social lejos de armonizar las relaciones humanas, no hacía más que atentar contra un deseado orden en el que fuera posible regenerar a la humanidad entera. La diferencia entre los liberales y el socialismo no radica en haber reparado en la cuestión social para la elaboración del diagnóstico sobre los males de México; sino en haber convertido esa cuestión en el núcleo de las preocupaciones. “A esto se avocó el pensamiento socialista al situar la médula del conflicto en las relaciones de propiedad” (p. 302).El libro estudia las ideas, proyectos y alcances del pensamiento de cinco personajes: los mexicanos Juan Nepomuceno Adorno y Nicolás Pizarro, el francés Víctor P. Considerant, el griego Plotino C. Rhodakanaty y el estadounidense Albert K. Owen. Se trata de un elenco muy heterogéneo en itinerarios político-intelectuales y en las propias experiencias vitales. Visto en su conjunto, no hay dudas de que Rhodakanaty fue el personaje más importante del primer socialismo, cuya obra se revela como la más compleja en su formulación política y filosófica, y la más rica por su impacto en la política obrera. Sin embargo, estas circunstancias no demeritan sino que permiten calibrar mejor las aporta-ciones de los otros autores estudiados; tal es el caso de Considerant y su contribución al entendimiento del peonaje como un sistema que esterilizaba el esfuerzo liberal por construir una ciudadanía moderna; o de Pizarro y su implacable denuncia de la voracidad terrateniente al apropiarse de las tierras en manos de los indígenas.Resulta encomiable la labor por desentrañar el marcado eclecticismo sobre el que se fundaron las propuestas y formulaciones políticas y filosóficas de los autores estudia-dos. Illades traza una genealogía de influencias y referencias ideológicas y programáti-cas, demostrando el peso del socialismo francés, centralmente de Fourier y en menor escala de Saint Simón, Lamennais, Cabet y Proudhon; y la manera en que esos influjos se combinaron con posturas de filosofía moral extraídas del racionalismo ilustrado, junto a concepciones románticas, panteístas y en algunos casos espiritistas. Mientras que el terreno de la política, si bien el credo liberal con su apuesta democratizadora ejerció una influencia capital, existieron casos como el de Adorno, en donde se simpatizó con el conservadurismo.El libro cierra con el encuentro de la utopía socialista primero con el anarquismo de cuño kropotkiano, y después con el marxismo, para concluir con el rescate de una polémica que tuvo lugar a mediados de los años treinta del siglo pasado, cuando Vicente Lombardo Toledano se distanció de su mentor el filósofo Antonio Caso. Este último capítulo, a manera de metáfora ilustra el entronizamiento del materialismo dialéctico en el pensamiento de la izquierda mexicana y su definitiva ruptura con posiciones metafísi-cas presentes en los planteamientos de los primeros socialistas.En síntesis, Las otras ideas rescata un tema olvidado en la historiografía, y con ello abre un campo de estudio que merece ser visitado con mayor frecuencia por los historia-dores de las ideas, de la política y de la cultura del siglo XIX mexicano.
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