Nueva Refutación del Cosmos
1975; University Library System, University of Pittsburgh; Volume: 41; Issue: 90 Linguagem: Espanhol
10.5195/reviberoamer.1975.2974
ISSN2154-4794
Autores Tópico(s)Philosophical Thought and Analysis
ResumoDroctulft, el guerrero bArbaro, se convierte a la causa de Ravena al contemplar la oiudad imago mundi, la urbe orbe, esa fAbrica armonica y razonada, erigida a imagen y semejanza del Empireo.Droctulft desecha su mundo de inextricables selvas, sus (dolos feroces que encarnan la turbamulta de instintivos apetitos, el cadtico combate regido por crueles e insondables potencias; es iluminado por la seduccidn del orden, de ese organismo que la simetria gobierna, por esa mecinica de la concordancia que parece invalidar su primitivismo, su pasado cenagoso, su ligaz6n irracional con lo salvaje.La ciudad concierta la semejanza y la diferencia, responde a un principio de conexi6n racional que presupone un designio consonante por encima de las voluntades individuales; lo engloba todo y todo lo compone segin ese diseiio que predice la presencia de una inteligencia suprema.La norma urbana parece prefigurar el concierto cosmico.Droctulft es la antitesis compensadora de la cautiva inglesa que trece siglos despubs, trece siglos de civilizaci6n letrada, de acumulada sabiduria libresca, elige convivir con el indio, aposentarse en la inmensidad de la pampa; opta por la barbarie, por borrar lo escrito, por la tabla rasa.Vuelve al caos, a la crasa realidad de lo corporal, de lo terrestre no desvirtuado por una codifi cacion ilusoria, no interferido por las leyes de la civitas, impropias, impotentes para desentrailar el inescrutable sentido del universo.Defecto y exceso se contrapesan, arrebatan, producen un frenesi equiparable.En la Historia del guerrero y de la cautiva, la entrada en y la salida de la racionalidad occidental constituyen enajenamientos que la perturban fundamentalmente, sendos escindalos de la raz6n, el anverso y el reverso de una misma moneda, complementarios que se acoplan para inscribir, por encima de la lejania temporal y espacial, por encima de nuestras dimensiones, de nuestros imperativos Idgicos, una sola historia que nos es en definitiva ininteligible.Droctulft es el incivilizado, hombre feral y ristico, que se deslumbra ante esa planificada materializacion del logos totalitario: la metropoli, la ciudad madre, el centro del imperio, vision geometrica de un espacio sistematizado.La infinita y simultanea heterogeneidad de lo real aparece, reducida, por lo menos en ese ingenioso recinto, a norma escrita en piedra o sea a decalogo perdurable.El asombro bArbaro ante la diestra arquitectura se sitia en la antipoda de la desilusidn de los inmortales frente a la falacia de toda fabricaci6n humana.La Ciudad de los Inmortales, antes rica en bellas construcciones equilibradamente repartidas: arcos, foros, palacios, templos, anfiteatros, esplendores de granito y mArmol, la otrora resplandeciente ciudad, espejo del cosmos, como lo fueron las epopeyas de Homero, ha sido asolada y derribada por sus mismos moradores.Con
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