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Espectros, escalofríos y discursividad <i>herida</i> en <i>El espinazo del Diablo</i>. El gótico como cuerpo-geografía cognitiva-emocional de quiebre. <i>No todos los espectros permanecen abandonados</i>

2010; Johns Hopkins University Press; Volume: 125; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

10.1353/mln.0.0248

1080-6598

Adriana J. Bergero,

Gothic Literature and Media Analysis

Espectros, escalofríos y discursividad herida en El espinazo del Diablo. El gótico como cuerpo-geografía cognitiva-emocional de quiebre. No todos los espectros permanecen abandonados Adriana J. Bergero "La retroactividad es una ficción" Leon Duguit, Traité de Droit constitutionnel1 Respecto al gótico del siglo XVIII y XIX, (o neogótico), Markman Ellis señala que si bien este género parece centrarse en fantasmas, es en realidad "about family and children" (34) y usurpación política (35). En su versión ilustrada, la usurpación en el seno familiar como leitmotiv del neo-gótico alude a los poderes despóticos en la vida pública ya que el género irrumpe acompañando al discurso político republicano en su enfrentamiento con el absolutismo monárquico (Amícola 46). Centradas en el ámbito privado, sus historias codifican los bienes políticos y simbólicos de la burguesía, denunciando los [End Page 433] poderes depredadores del monarca absoluto, la violencia secreta del incesto y del vampirismo, la sexualidad agresora y el sadismo sexual de impunes aristócratas. "[D]e lo que se trata en el gótico es la infracción a la ley de los hombres (y no a la divina)" (Amícola 193). Niños trémulos y frágiles mujeres son convocados para representar los eslabones sociales más débiles, enfrentados casi sin aliados a una ley que, en el confín de espacios cerrados (feudales), favorece el abuso y la usurpación patriarcal sobre derechos de herencia (Amícola 38, 46). De allí que, sepultada y olvidada en castillos remotos o altillos inaccesibles a la vista, sin derecho ni amparo de ley ni acceso al oído público y abandonada por aquellos que deberían protegerla, la víctima gótica adquiera la fisionomía de un fantasma: su fosforescencia condenada a lo subterráneo, su voz ahogada y su reclamo inaudible, especie de muerto social invisible a la ley, por lo que será muy difícil sentirlo. Quisiera leer la víctima gótica en el marco del estado de excepción y como una especie de desaparecido/a, término originado en la doctrina nazi de Natch und Nebel y reciclado por la dictadura argentina de los '70: "Officially, a desaparecido was neither living or death, neither here nor there … Night and fog dawn like a curtain in the collective mind" (Feitlowitz 49). Este estudio de El espinazo del diablo del cineasta mexicano Guillermo Del Toro (2001, escrita por Del Toro, Antonio Trashorras y David Munoz) analizará la modificación de al menos dos tipos de distancias culturales: por un lado, la repulsión respecto a lo abyecto; por otro, las distancias amnésicas respecto a la muerte social y legal del desaparecido (night and fog dawn like a curtain in the collective mind). Mi lectura entrelazará tres ámbitos teóricos: la relación entre el film de horror y el intenso trabajo corporal que reclama, geografía sensorial y teorías de derechos humanos. El espinazo aborda el momento del despuntar del estado de excepción que, abierto por el Ejército Nacional contra la legitimidad de la II República española prologa el surgimiento del fascismo como pulsor de la II Guerra Mundial.2 Todo en él es reversión: niños indefensos sujetos al asedio mortal de adultos naturalizadores de la violencia fascista. Niños victimizados por adultos y protegidos únicamente por espectrales cadáveres sangrantes y rodeados de moscas serán capaces de enrostrar la virtutem obligandi non habet respecto a la nueva ley [End Page 434] extrajurídica, la del estado de excepción y su paradójica auctoritas legal instaurada con el triunfo del Franquismo. Dos instancias hacen palpable los signos del estado de excepción y la instalación de su biopolítica: por un lado, la disponibilidad de los cuerpos del orfanato3 (metáfora de la sociedad española), sometidos a la depredación de Jacinto (Eduardo Noriega) y sus aliados; por otro, la ejecución sumarial de Brigadistas en el poblado comarcal, perpetrada por las fuerzas nacionales, entre los que destacan los amigos...