Piel y eosinofilia

2007; Elsevier BV; Volume: 41; Issue: 4 Linguagem: Espanhol

10.1016/s1761-2896(07)70664-7

ISSN

2214-9074

Autores

D. Staumont‐Sallé, Fanny Legrand, Moníque Capron, Éric Delaporte,

Tópico(s)

Urticaria and Related Conditions

Resumo

El eosinófilo es una célula citotóxica y proinflamatoria, implicada en la regulación de la respuesta inmunitaria. Su distribución es fundamentalmente tisular. Se encuentra sobre todo en las zonas de contacto con el entorno, y en especial, en la piel. Aunque las propiedades del eosinófilo pueden resultar beneficiosas (enfermedades parasitarias y neoplásicas), su acumulación en la piel es casi siempre perjudicial. Su papel patógeno está bien establecido en algunas dermatosis alérgicas (dermatitis atópica, urticaria) y autoinmunitarias (penfigoide). En estas afecciones, el eosinófilo es una de las células efectoras, que cuando se activan y liberan mediadores pre y neoformados inducen la formación de las lesiones tisulares y la persistencia de la reacción inflamatoria. Recientemente ha surgido el concepto de «dermatosis eosinofílicas». Se trata de un grupo heterogéneo de dermatosis que no pertenecen a ningún cuadro nosológico conocido, para las que la eosinofilia tisular, y a veces periférica, constituye el principal criterio diagnóstico. Por último, la frecuencia y la diversidad de los signos cutáneos observados en el síndrome hipereosinofílico justifican que se trate en este artículo de esta enfermedad sistémica.

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