Jámblico y el Descenso del Alma: Síntesis de Doctrinas y Relectura Neoplatónica
1997; University of Iowa Press; Volume: 8; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1353/syl.1997.0009
ISSN2160-5157
Autores Tópico(s)Literary and Cultural Studies
ResumoF. García Bazán: Jámblico y el Descenso del Alma129 Jámblico y el Descenso del Alma: Síntesis de Doctrinas y Relectura Neoplatonica Francisco García Bazán Comenzaré recordando un pasaje del De Anima en el que Jámblico al tratar de las funciones y operaciones (???a) del alma desliza una corta frase sobre la opinión de los gnósticos acerca de la causa de la caída del alma, en medio de otras pertenecientes a conocidos filósofos griegos. Si la importancia que le atribuyo a algunos aspectos del pasaje no me desvía, entonces, sería posible avanzar sobre otros rasgos del pensamiento temprano de Jámblico que se pueden relacionar con este texto. Al examinar los actos del alma en relación con su sustancia propia dice en este momento Jámblico: Platón y Pitágoras colocando al frente la sustancia del alma como sobrenatural y generadora de la naturaleza enseñan que sus actividades son más dignas y más venerables que las de la naturaleza. Tampoco la hacen originarse desde la naturaleza, sino que sostienen que ella dirige desde sí y en sí las propias actividades y que cuantos movimientos hay en ella bellos y sabios poseyéndolos por encima de la naturaleza, la exaltan en sí misma. Pues bien, ya también entre los platónicos muchos disienten, unos, como Plotino y Porfirio, congregando en un solo orden y en una sola idea las especies, las partes y las actividades de la vida, y otros, como Numenio, haciéndolas esforzarse en la lucha, otros, como los discípulos de Ático y Plutarco, poniéndolas de acuerdo a partir de los que se combaten. Éstos igualmente dicen que puesto que préexiste a los movimientos desordenados e irregulares, ellas avanzan para adornarlos y ordenarlos y de este modo combinan el concierto a partir de ambos, siendo causa de las operaciones de los descensos, según Plotino, la alteridad primera, pero según Empédocles, la huida primera de Dios, según Heráclito, el reposo en el cambio, según los gnósticos, un desvario o una desviación y según Albino, el juicio errado del libre albedrio. Sin embargo, los que se distinguen de los anteriores, por su parte, agregan el mal al alma a partir de los apéndices venidos de afuera, según Numenio y Cranio: en ocasiones de los cuerpos mismos también, según Harpocración, y de la 130Syllecta Classica (1997) naturaleza y de la vida irracional, la mayor parte de las veces, según Plotino y Porfirio.1 El comentario con su correspondiente doxografía, llega cuando Jámblico ha definidt la naturaleza del alma y de acuerdo con ella las facultades y actos que le correspondei y el modo como le pertenecen, por oposición con otras corrientes de pensamiento. Ei esta situación ya le será posible abordar más adelante la enseñanza sobre el descenso. Si Aristóteles, debemos entender a diferencia de todos los demás, h¡ proporcionado una caracterización del alma sobre las notas del movimiento (????s??) el conocimiento (???s??) y el carácter sutil (?ept?t?t??) o incorpóreo (as?µat??), estí definición confusa e incompleta, se puede perfeccionar, si nos orientan el rigoi metódico y reflexivo y la tradición. Comienza, por lo tanto, Jámblico con el estudie del alma como sustancia (??s?a). Elimina las posturas corporalistas por insuficiente! y las distingue de las posturas mejor sustentadas que consideran distintamente lí esencia del alma como incorpórea y autosubsistente, separada del cuerpo y autónoma En este plano se colocan los platónicos. Pero advierte enseguida, que afirmar la homeomería anímica sobre la base de la sola incorporeidad sin tener en cuenta la claridad y distinción que corresponde a la concepción independiente del alma es fuente de confusión e indiferenciación interna. Ha sido este el error de Numenio, de Plotino, de Ameho y de Porfirio que al no haber mostrado la distinción debida entre el Intelecto y el alma, han hecho que ésta sea al mismo tiempo que alma...
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