El epicardio y las células derivadas del epicardio: múltiples funciones en el desarrollo cardíaco
2002; Elsevier BV; Volume: 55; Issue: 10 Linguagem: Espanhol
10.1016/s0300-8932(02)76758-4
ISSN1579-2242
AutoresRamón Muñoz‐Chápuli, David Macías, Mauricio González‐Iriarte, Rita Carmona, Gerardo Atencia, José M. Pérez‐Pomares,
Tópico(s)Tissue Engineering and Regenerative Medicine
ResumoDurante el desarrollo cardíaco, el epicardio deriva de un primordio externo al corazón, denominado proepicardio, que está formado por un acúmulo de células mesoteliales situado en la superficie ventral y cefálica del límite hígado-seno venoso (aves) o en la cara pericárdica del septo transverso (mamíferos). El proepicardio entra en contacto con la superficie miocárdica y da lugar a un mesotelio que crece y recubre progresivamente al miocardio. El epicardio genera, por un proceso localizado de transición epitelio-mesénquima, una población de células mesenquimáticas, las células derivadas de epicardio (CDEP). Las CDEP contribuyen al desarrollo del tejido conectivo del corazón y también dan lugar a los fibroblastos y las células musculares lisas de los vasos coronarios. Existen evidencias que sugieren la diferenciación de las CDEP en células endoteliales del plexo subepicárdico primitivo. De confirmarse esto, las CDEP mostrarían propiedades similares a los precursores vasculares bipotenciales derivados de células madre recientemente descritos, cuya diferenciación en endotelio y músculo liso se regula por exposición a VEGF y PDGF-BB, respectivamente. Además de las funciones señaladas en la formación de los tejidos vascular y conectivo del corazón, las CDEP podrían desempeñar un papel modulador esencial para la formación de la capa compacta ventricular del miocardio, un papel que podría estar regulado por el factor de transcripción WT1 y la producción de ácido retinoico. The epicardium develops from an extracardiac primordium, the proepicardium, which is constituted by a cluster of mesothelial cells located on the cephalic and ventral surface of the liver-sinus venosus limit (avian embryos) or on the pericardial side of the septum transversum (mammalian embryos). The proepicardium contacts the myocardial surface and gives rise to a mesothelium, which grows and progressively lines the myocardium. The epicardium generates, through a process of epithelial-mesenchymal transition, a population of epicardial-derived cells (EPDC). EPDC contribute to the development of cardiac connective tissue, fibroblasts, and the smooth muscle of cardiac vessels. Recent data suggest that EPDC can also differentiate into endothelial cells of the primary subepicardial vascular plexus. If this is confirmed, EPDC would show the same developmental properties that characterize the stem-cell-derived bipotential vascular progenitors recently described, whose differentiation into endothelium and smooth muscle is regulated by exposure to VEGF and PDGF-BB, respectively. Aside from their function in the development of cardiac connective and vascular tissue, EPDC also play an essential modulating role in the differentiation of the compact ventricular layer of the myocardium, a role which might be regulated by the transcription factor WT1 and the production of retinoic acid.
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