Artigo Revisado por pares

Vecinos en discordia: Argentina, Uruguay y la política hemisférica de los Estados Unidos: Selección de documentos, 1945 – 1955

2008; Duke University Press; Volume: 88; Issue: 1 Linguagem: Espanhol

10.1215/00182168-2007-110

ISSN

1527-1900

Autores

Marcela García Sebastiani,

Tópico(s)

Brazilian History and Foreign Policy

Resumo

Buena parte del libro es una selección de la correspondencia intercambiada por la Emba-jada Norteamericana en Montevideo con el Departamento de Estado de EEUU durante los años 1945 y 1955. Los documentos, traducidos al español, provienen de los National Archives and Records Administration y de los General Records of the Department of State. Juan Oddone, profesor de amplia trayectoria universitaria y con una sólida producción historiográfica, reunió para este volumen informes, entrevistas, notas y telegramas cuya calidad testimonial da a conocer los desacuerdos y las ásperas relaciones diplomáticas entre Argentina y Uruguay durante la Segunda Posguerra Mundial. Su estudio introductorio complementa la selección y analiza las relaciones argentino-uruguayas durante la década peronista, atendiendo tanto a los aportes de las investigaciones recientes vinculadas con el tema como a un vasto acervo documental proveniente de varios archivos: National Archives, Public Record Office, Archivio Storico del Ministero degli Affari Esteri de Roma, Archivo Histórico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Montevideo, y Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Buenos Aires.La propuesta de Oddone para el análisis de los documentos seleccionados es inter-pretar las diferencias y las desconfianzas mutuas entre Argentina y Uruguay durante aquellos años en el contexto subregional y global. O sea, enmarcándolas, por un lado, en un nuevo capítulo de rivalidades entre Argentina y Brasil por liderar los proyectos políticos y económicos para la región en los que Uruguay, por su situación geográfica o por el rumbo de su historia política, estuvo siempre presente. Por el otro, en la política hemisférica para la región diseñada por Estados Unidos para un mundo de posguerra. Ésta estuvo marcada por la firme voluntad de los Estados Unidos de intervenir en los asuntos de América Latina, integrando a la región en el sistema de seguridad occidental y convirtiéndose en principal socio comercial y proveedor exclusivo de la ayuda financiera y militar para los países amigos.Las desavenencias entre los vecinos rioplatenses habían aflorado durante la guerra. Fueron el resultado de la alineación de Uruguay a favor de los aliados en el conflicto mundial y de las acciones desplegadas por la política norteamericana contra la Argentina, que mantuvo una decidida postura neutralista que no doblegó hasta casi el final de la guerra y que puso así límites a las intenciones del Departamento de Estado de conformar un frente interamericano contra el nazifascismo. Como trasfondo de los desacuerdos y las divergencias que expresan los informes diplomáticos estaban los temores de Uruguay a las ambiciones hegemónicas en el Cono Sur de sectores del ejército argentino, primero, y del peronismo, después. Las diferencias y las presiones políticas no se distendieron durante los diez años de la segunda posguerra. Continuaron hasta la caída de Perón a pesar del entendimiento de Argentina con los Estados Unidos en el contexto de Guerra Fría – que dejó en evidencia las huecas retóricas de una “Tercera Posición” como fun-damento de una política exterior peronista – , de un anticomunismo compartido por los dirigentes políticos de las repúblicas vecinas, y del recambio del personal más antiperonista para el diseño de la política exterior norteamericana hacia la región.Las difíciles relaciones durante esos años entorpecieron los acuerdos económicos entre los discordantes vecinos rioplatenses. Sin embargo, el trabajo de Oddone muestra cómo la mala vecindad salpicó la política interna argentina y uruguaya y se tensó a raíz de las divergencias políticas e ideológicas, o de las aversiones personales de los respectivos gobernantes. De hecho, las actividades y las campañas de prensa y radio uruguayas de los exiliados políticos argentinos opositores al régimen militar, primero, y al peronismo, más tarde, argumentaron las prolongadas discrepancias descritas por los diplomáticos de Buenos Aires, Montevideo y Washington entre 1944 y 1955. Oddone sugiere no inter pretar las prédicas de esos opositores liberales con apoyos políticos y sociales en Uruguay como una seria amenaza para el peronismo, sino como el pretexto para ejercer presión política y económica sobre el gobierno uruguayo por su amistad con los Estados Unidos y Brasil, o por interés de Perón de orientarlo hacia el área de influencia argentina. Asimismo, la correspondencia diplomática testimonia acerca de las intromisiones del gobierno peronista en las elecciones nacionales uruguayas de 1946 a favor del candidato del Partido Nacional, que divulgaba su disconformidad con la política exterior pronorteameri cana del gobierno. El apoyo de Perón al herrerismo, finalmente derrotado en las urnas, fue interpretado como una amenaza a la estabilidad democrática del Uruguay. La falta de empatía y la animosidad personal entre los presidentes Perón y Batlle Berres confirmaron antiguas desavenencias entre los malos vecinos y generaron otras irreconciliables hasta el final del periodo. Como símbolo, el decepcionante encuentro fluvial de ambos gobernantes en la embarcación Tacuara, propiedad de Perón, en febrero de 1948. Como fundamento, fuertes diferencias político-ideológicas incompatibles que invitan a atender al exilio uruguayo y su entorno en futuros estudios sobre el antiperonismo.

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