El método antiséptico de Lister y su introducción en Chile
2001; SciELO; Volume: 18; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.4067/s0716-10182001000300011
ISSN0717-6341
Autores Tópico(s)Medical History and Innovations
ResumoEl 9 de diciembre de 1852, el Colegio Real deCirujanos de Londres, admitia entre sus miembros aun joven de 25 anos, llamado Jose Lister. “Estemedico cambiaria por completo la faz de la cirugia,haciendola pasar del rango de un arte incierto ylimitado, a la categoria de una ciencia aplicada conposibilidades de expansion que casi no reconocialimites”.Habia nacido el 5 de abril de 1827 en Upton,condado de Essex, Inglaterra. Sus estudios medicoslos realizo en el University College Hospital, reci-biendo la influencia y el estimulo del profesorSharpey. A este ilustre fisiologo se debio en granparte el espiritu sagaz que mostro su alumno y a lacircunstancia de haber ido a Edimburgo a “pasarseis semanas” en la Clinica de Syme, el pontifice dela cirugia en aquella epoca.Al cabo de dos anos de recibir su titulo medico,Jose Lister fue nombrado cirujano residente en lassalas de la Enfermeria Real de Edimburgo. Ahi fuepara el, motivo de numerosas investigaciones y ex-periencias, la coagulacion sanguinea en su relacioncon la curacion de las heridas, asi como los estudiosbacteriologicos, que estaban “en panales” por aque-llos anos.Luis Pasteur, el genio mas portentoso del sigloXIX, habia encontrado no solo la explicacion cienti-fica de la fermentacion y putrefaccion, sino que ha-bia descubierto la naturaleza de un nuevo reino: elde los infinitamente pequenos o micro-organismos.Cuando en 1892, en el gran anfiteatro de la SorbonaPasteur fue homenajeado en su jubileo Lister encalidad de delegado del Reino Unido, al darle unabrazo de felicitacion pronuncio estas hermosaspalabras “realmente en el mundo entero no existenadie a quien la ciencia medica deba tanto como austed”.Lister pensaba “si son germenes microscopicoslos que producen la descomposicion de las heridasevitemoslos o destruyamoslos”.En el acido carbolico o fenico fijo Lister su aten-cion como agente destructor de los germenes omicrobicida. Sin embargo, no fue el primero en utili-zar esta sustancia en la cirugia. Ya que Lemaire laempleaba desde 1860, y el mismo Lister relata quedebido a los buenos efectos que habia producido en1864, como desinfectante en los desagues de Carliste,decidio ensayarla en la Enfermeria Real de Glasgow.A su vez experimento y sometio el mas meticulosoanalisis todo cuanto hasta entonces se sabia deltratamiento de las heridas, antes de llegar a estable-cer las bases de su metodo admirable. Transcurrie-ron siete anos desde que Lister fuera designadoprofesor de Cirugia en la Universidad de Glasgow en1860, cuando se publico su primer trabajo sobrecirugia antiseptica titulado: “De un nuevo metodode tratamiento de las fracturas complicadas, absce-sos, etc, con observacion acerca de las condicionesde la supuracion”. (Lancet 1867).El metodo preconizado por Lister contemplabatres etapas: destruccion de los germenes y organis-mos vivos antes de la operacion, durante el actoquirurgico, y defensa contra aquellos despues de laintervencion operatoria. Todo esto se obtenia fun-damentalmente utilizando la llamada “solucion fuer-te” de acido fenico al 5% para sumergir en ella losinstrumentos usados en la operacion. Las esponjasdeberian introducirse en dicha solucion en formapermanente, teniendo cuidado de exprimirlas antesde utilizarlas. El campo operatorio y su vecindadserian limpiados con una esponja empapada en lapreparacion mencionada. Las manos del cirujano yayudantes deberian lavarse con una solucion acuo-sa de acido fenico al 2,5%, denominada “soluciondebil”. Al estar la herida expuesta, en contacto conlos germenes contenidos en el aire, Lister evitabaeste inconveniente, operando “detras de una com-presa con aceite fenicado, cubriendo enseguida laherida, lo mas rapido posible”. Como esto no erasuficiente, hacia funcionar un aparato de pulveriza-cion que, enviando una nube de agua fenicada alcampo operatorio, lo aislaba por completo. Esta pul-verizacion debia ser bastante fina para no incomodaral operador ni irritar los ojos del enfermo, los queserian tapados con una compresa seca. Aquella con-tinuaba aun despues de terminada la cirugia, hastaque se hubiera colocado sobre la herida la “gasaantiseptica”, impregnada de resma y parafina mez-cladas con acido fenico, el que se volatilizaba poco apoco y para mantenerlo siempre en contacto con laherida, se protegia dicha gasa con una tela imper-meable. La curacion se renovaba cada dos, tres omas dias”
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