Utopía y conquista
1992; Volume: 5; Issue: 9-10 Linguagem: Espanhol
10.1353/ntc.1992.0004
ISSN1940-9079
Autores Tópico(s)Literature, Culture, and Aesthetics
ResumoUTOPIA Y CONQUISTA BEATRIZ PASTOR Dartmouth College róeos temas tienen la virtud de despertar de inmediato el interés epidémico de un interlocutor o de un auditorio como el de la utopía. Con un poder notable de convocar sueños, nostalgias y deseos más o menos recónditos parece despertar sin dificultad la imaginación más recalcitrante. La Utopía... ¡Ah, la Utopía! Y sin embargo este es uno de esos temas cuya discusión revela inevitablemente que los acuerdos reposan con frecuencia sobre malentendidos. El término mismo Utopía —y utópico— designa realidades tan diversas, percepciones tan radicalmente distintas que fácilmente pasa a significar cualquier cosa, y por lo tanto nada. El acercamiento inicial a la problemática utópica es paradójico. Oscila entre el éxtasis y el aburrimiento. El éxtasis que parece prometer el carácter seductor de una serie de formulaciones en las que se expresa el impulso de trascender con la imaginación las limitaciones de la vida cotidiana en contextos históricos y sociales muy diversos, desde la antigüedad clásica hasta hoy. Y el aburrimiento que resulta tanto de ciertos aspectos inherentes al objeto utópico como del enfoque que se ha dado con frecuencia a su estudio crítico. Cioran se refiere a algunos de esos aspectos que, en su análisis, marcan la oposición central entre utopía e historia: Lo más notable de las narraciones utópicas es la ausencia de perspicacia, de instinto psicológico. Los personajes son autómatas, ficciones o símbolos: ninguno es real, ninguno supera la categoría de marioneta. Son ideas perdidas en un universo sin puntos de referencia... ¿Que sentido tiene crear una sociedad de marionetas?1 Y concluye: Considero la descripción del falansterio como el vomitivo más eficaz que existe. Se lo recomiendo. Es el carácter abstracto, estático e ideal de la literatura utópica con su eliminación sistemática de contrastes, conflictos y contradicciones lo que provoca la exasperación de Cioran. Pero la lectura de estudios sobre la utopía puede producir fácilmente la misma reacción aunque por motivos algo distin-© 1992 NUEVO TEXTO CRITICO Vol. V, Nos. 9/10, Primery segundo semestres 34_______________________________________________________BEATRIZ PASTOR tos. Lo llamativo aquí es la monotonía de una erudición dedicada a acumular o en el mejor de los casos catalogar datos, motivosyrecurrencias con unanotable ausencia de cualquier enfoque crítico que ilumine su interés mas que anecdótico . Tal vez la mejor forma de retomar el hilo crítico de la problemática utópica sea el comenzar por precisar y definir algunos aspectos y funciones centrales diferenciando implícitamente la utopía de otras formulaciones imaginarias como el mito, la fábula o la literatura fantástica. En su estudio Utopies: Spatial Play, Louis Marin aborda la definición de Utopiade una forma que amplía yflexibiliza implícitamente elcampo de Io que se designa como utopía. "La utopía —dice Marin— es un discurso. Pero no es un discurso del concepto. Es el discurso de una figura: un modo de discurso figurativo particular (p. 8). Y al mismo tiempo se refiere a tres puntos fundamentales tanto en la discusión teórica de la utopía como en su discusión específica dentro de la conquista: la relación entre utopía y práctica utópica, entre utopía e historia, y lafunciónsocial delautopía. ParaMarin esediscurso figurativo que eslautopía es siempre un producto textual de la práctica utópica. Es: la representación ambigua de la imagen equívoca de una síntesis posible y de una diferenciación productiva. Apunta a una reconciliación y revela una contradicción presente entre el conceptoy la historia.2 La utopía se presenta pues como una "imagen equívoca "que resuelve simbólicamente el conflicto ideológico fundamental e insoluble con el que se enfrentaba la práctica utópica. Y esa resolución simbólica se centra en una representación totalizadora de la armonía que simultáneamente oculta y revela las...
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