Textos cautivos. Ensayos y reseñas en "El hogar" (1936-1939) by Jorge Luis Borges
1988; Volume: 1; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1353/ntc.1988.0005
ISSN1940-9079
Autores Tópico(s)Latin American Literature Studies
Resumo1 82Reseñas del 'surrealismo'." [pp. 145-149], de Alejo Carpentier, es innegable que la crisis vanguardista se precipita con la consideración de que el pensamiento fundacional se insuficiente. En última instancia, como ha argüido Calinescu, dentro de la esfera de los movimientos de vanguardia hay poco desacuerdo consecuente entre los proponentes de un "arte por el arte" y los más dedicados teóricos de un "arte comprometido " respecto a su meta ulterior: estetizar todo planteamiento expresivo. Las vanguardias literarias en Hispanoamérica...—al incidir en relaciones infatigablemente debatidas entre actividades intelectuales y políticas—provee el problema, el campo, el método y la pragmática viva/textual para descifrar ordenadamente cómo se legitimizan estas posturas. Will H. Corral Univ. of Massachussetts Amherst Borges, Jorge Luis, Textos cautivos. Ensayos y reseñas en "El hogar" (1936-1939). Edición de Enrique Sacerio-Gari y Emir Rodríguez Monegal, Colección Marginales 92. Barcelona: Tusquets Editores, 1986, 338 pp. Entre los 37 y los 40 años de edad, mientras vivía en Buenos Aires, Borges colabor ó con la revista comercial Hogar, ilustración semanal argentina. Esta tenía dos secciones editoriales: una de biografías sintéticas, reseñas y comentarios a libros extrajeros ; y otra, a libros y autores en español. Borges tuvo a su cargo la primera de 1936 a 1939. Cuando los escribió, sus textos eran ejercicios llanos de estilo y dedicación; hoy son invaluables joyas literarias, Los artículos salían a la luz cada dos semanas. El público era de clase media, femenino, conservador y católico. En su "Autobiographical Essay" (The New Yorker, septiembre 1970, luego editado en The Aleph and Other Stories, Dutton, 1970), el argentino los calificó como preocupaciones menores, como un small-paying job: la salud física de su padre decaía y estaba destinado a morir de hemiplejía en febrero 1938, por lo que él, viéndose en la necesidad de colaborar al sustento familiar de algún modo, optó por Hogar, que era el más cómodo y conveniente porque le permit ía demostrar sus habilidades técnicas y estilísticas mientras ejercitaba su lectura y ampliaba su conocimiento. Nadie sabe cuánto ganaba. Usaba para su redacción, según su biógrafo "oficial" Emir Rodríguez Monegal (Jorge Luis Borges. A Literary Biography. Dutton, 1978) publicaciones o revistas como Nouvelle Revue Française. The Times Literary Supplement y la voluminosa Columbia Encyclopedia, editada en 1935. Estos manuales obviamente no agotan la economía de los artículos; la prefiguran y les sirven de trampolín. Textos cautivos me parece un título idóneo para compilarlos en la antología que ahora ha aparecido a cargo de Enrique Sacerio-Gari, y del difunto Monegal. Borges se desentendió de los artículos por muchos años, e hizo poco o nada para rescatarlos Reseñas1 83 y devolverlos a la imprenta. En las bibliotecas de Estados Unidos y Argentina los visitaban los ratones, el polvo y algunos críticos interesados. Pero alcanzarlos era alcanzar el cautiverio de su olvido. Por eso ahora es halagadora una lectura tan limpia y fácil. Se trata en ellos de múltiples libros y de personalidades diversas, entre quienes se contaban H.G. Wells (de quien se comentan Brynhild, The Chamford Visitation, The Brothers, Apropos ofDolores y otros textos) y sus seguidores Olaf Stapleton y Sinclair Lewis (de quien se reseña Out ofthe Silent Planet, que es en donde Borges se inspiró para escribir "Tlön, Uqar, Orbis Tertius"), Franz Kafka (sobre quien abundan interpretaciones teológicas que "no son injustas pero tampoco necesarias"), E.E. Cummings ("que a Ia literatura suele preferir la tipografía"), Romain Rolland, Ernest Hemingway (de quien se comenta To Have and Have Not), William Faulkner (cuyos "libros nos tocan físicamente, como la cercanía del mar o de la mañana). Demostrando que sus aficiones eran perennes, el máximo de atención de los escritos de Hogar Ia dedica Borges a la literatura detectivesca: se queja contra Dorothy L. Sayers (quien "suele compensar con excelentes antologías la publicación de novelas...
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