Dos nuevas agresiones
1990; Volume: 3; Issue: 5 Linguagem: Espanhol
10.1353/ntc.1990.0036
ISSN1940-9079
Autores Tópico(s)History and Politics in Latin America
Resumo234OPINIONES imposible que la actitud hubiese sido la misma, pero el precio político, en dimensión internacional, habría sido mucho mayor.¿Que ocurre? ¿Será que al Japón o a la CEE ya no les importan la moral internacional , ni los convenios y tratados, ni los derechos humanos? Sólo España reaccionó con algún decoro, pero tuvieron que matarle a un periodista para que se conmoviera. ¿Será que el prescindente y despectivo posmodernismo ha invadido la diplomacia y entonces todo da lo mismo? ¿Todo será Mierda, como proclama el santo y seña de los nuevos arúspices? Por muy anticuado y obsoleto que este suene, por muy "generación del 45" que parezca (o sea), no pido excusas para dejar constancia de mi fe en el hombre y de mi confianza en que podamos restablecernos de esta grave náusea panameña y volvamos de nuevo a respirar. Habrá que bregar para que (retomando el sesgo irónico de Vázquez Montalbán) vuelva a existir la historia y no nos avergüence llamar a los pueblos por su solidaridad y al imperialismo por su nombre. DOS NUEVAS AGRESIONES Una, la agresión a Panamá, suficientemente documentada y analizada por Fuentes y Benedetti en los artículos anteriores, ha tenido desarrollos tan previsibles como indeseados. Por un lado, la negativa rotunda al reclamo del grupo latinoamericano de los 8, para que Panamá celebre elecciones en un futuro inmediato. Tal cosa no sucederá: Endara cuenta con el apoyo militar de los Estados Unidos para permanecer en el poder hasta que sus patrones le indiquen otra cosa. Por otro lado, mientras tanto, en Panamá se ha organizado desde el poder toda una campaña siniestra para borrar de la memoria del pueblo la política popular y progresista de Tbrrijos. Con el pretexto de que Noriega ocupaba una posición militar de confianza durante el gobierno de Tbrrijos, se ha querido enlodar la imagen de este último héroe nacional. Un artículo de Larry Rohter, paraNew York Times (San Francisco Chronicle 3/31/90) informa sobre modificaciones introducidas en los textos escolares: en éstos, se juntarán los años de gobierno de Torrijos con los de Noriega bajo el título "21 años de dictadura militar". "...El nuevo gobierno del presidente Guillermo Endara ha tomado ya varios otros pasos destinados a eliminar el estatus de héroe que Tbrrijos goza desde su muerte". El aeropuerto Torrijos se llama simplemente Tocumen; el Parque Torrijos llevará otro nombre, talvez el de un sacerdote, Héctor Gallegos, muerto durante el gobierno de Torrijos. La campaña de Endara se extendió a Veraguas, la ciudad natal de Torrijos: se quitó su nombre al estadio de béisbol. Toda esta agresión, asícomo actosvandálicos dirigidos contra instituciones torrijistas, ha impulsado incluso a los familiares del héroe nacional a exhumar sus restos y desplazarlos de la tumba original por temor a la desacración. Estos actos gubernamentales de reescribir la historia son más que simbólicos: son la confesión involuntaria de un poder despótico e imperial de que la memoria de los héroes populares es a menudo más peligrosa que las propias armas. Y que aquellas antiguas acusaciones de reescribir la historia hechas al estalinismo, encuentran, en la "democracia" tutelada por el Águila norteamericana, discípulos aún más voluntariosos que los presuntos maestros. La segunda agresión se ha desencadenado contra Cuba. Se llama Televisión Martí, proviene de territorio norteamericano (Florida) y cuenta con recursos económicos del gobierno de Estados Unidos. Constituye también un intento de reescribir la historia y el presente, invadiendo desde satélite, a los hogares cubanos. Como antes la Radio Martí, OPINIONES235 ahora la TV le ha querido robar al publo cubano el nombre de su héroe máximo, y a la vez invadir la privacidad de una nación soberana. Cuba ha logrado hasta el momento frustrar el esfuerzo mediante su propia tecnología. ¿Con cuánto esfuerzo, por cuánto tiempo, antes de que otro modo de agresión sea inventado por un país que dice promover la democracia...
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