Mantener la pureza de los Estados Unidos: el mundo surreal de la Ley McCarran-Walter
1990; Volume: 3; Issue: 5 Linguagem: Espanhol
10.1353/ntc.1990.0047
ISSN1940-9079
Autores Tópico(s)Comparative constitutional jurisprudence studies
ResumoOPINIONES MANTENER LA PUREZA DE LOS ESTADOS UNIDOS: EL MUNDO SURREAL DE LA LEY MCCARRAN-WALTER Richard O. Curry —profesor de historia en la Universidad de Connecticut, editory co-autor del libro Freedom at Risk. Secrecy, Censorship, and Repression in the 1980s (Temple University Press, 1988)—publicó este artículo en Curbstone Ink, boletín de la editorial Curbstone, en el otoño de 1989. Curbstone es una Non-Profit Organization que hapublicado a diversos escritores hispanoamericanos como MiguelBarnet, Sergio Ramírez , ArturoArias, Roque Dalton, ClaribelAlegría, Gioconda Belli, etc. Posteriormente a la fecha de lapublicación del original inglés de esta nota, el caso de Margaret Randallfríe resuelto, a sufavor. La ley de Inmigración, Naturalización y Nacionalidad (mejor conocida como la ley McCarran-Walter) fue aprobada por el congreso a pesar del veto del presidente Truman. "Rara vez una ley ha demostrado la deconfianza en ciudadanos y extranjeros manifiesta aquf', escribió Tfuman. La ley McCarran-Walter contiene dos secciones políticas. Una permite la exclusión de extranjeros que son "miembros del Partido Comunista" o que "abogan las doctrinas económicas, internacionales y gubernamentales del Comunismo mundial". La otra 224OPINIONES sección es mucho más vaga e insidiosa. Esta le permite al gobierno excluir a extranjeros cuyos puntos de vista se considera peligrosos para el "bienestar, seguridad o defensa de los Estados Unidos", o cuyas ideas se juzga "perjudiciales para el interés público". La decisión del Tribunal Supremo que mejor interpreta el significado de la ley McCarran-Walter ocurrió en el caso de Kleindeinst vs. Mandel. Ernest Mandel, teórico marxista belga, no era miembro del Partido Comunista y recibió visas para visitar los Estados Unidos en 1962 y otra vez en 1968. En 1969, después de ser invitado como conferenciante por la Universidad de Stanford, por primera vez se le negó la entrada a Mandel. Mandel y seis profesores universitarios, todos los cuales eran ciudadanos norteamericanos, demandaron a los Estados Unidos. Los profesores exigían que se había violado la Primera enmienda de la Constitución al negárseles el derecho de oir y comunicarse con Mandel. Por una decisión de cinco contra cuatro el Tribunal Supremo rechazó la reclamación de los profesores, basada en la Primera enmienda. La decisión respecto a Mandel no sólo abrió camino a numerosos rechazos de entrada, sino también a los procedimientos de deportación contra profesores extranjeros y numerarios de universidades y colegios universitarios de los Estados Unidos. Es más, el Servicio de Inmigración y Naturalización sigue implacable en su empeño por deportar a la autora estadounidense Margaret Randall [ver nota introductoria]. El mundo surreal en que se mueven las víctimas de la ley McCarran-Walter nos recuerda no sóloAlicia en elpaís de las maravillas y Trampa 22, sino también los aprietos de Josef K., a quien nunca se le revela acusaciones específicas en Elproceso de Kafka. Un ejemplo es el de Angel Rama, distinguido autor y crítico literario del Uruguay. Cuando en 1981 la Universidad de Maryland le ofreció una cátedra, su solicitud para obtener residencia permanente fue rechazada. El Departamento de Estado acusó a Rama de "publicar, escribir o motivar que circulen escritos que abogan las doctrinas del Comunismo internacional". Rama, que no era entonces ni nunca había sido comunista, trató en vano, por dos años, que se le permitiera acceso a la evidencia en su contra. Tal como lo describe Michael Maggio, abogado del Centro de Derechos Constitucionales, que representó a Rama: "No se nos notificó sobre lo que [él] había hecho, dónde lo había hecho, o cómo; pero si probábamos que él no había hecho lo que ellos no nos decían que hizo, podría obtener su permiso". Desafortunadamente, Rama murió en un accidente de aviación en Madrid antes de que se pudiera resolver su caso. Aunque cada administración presidencial desde la de Eisenhower ha usado la ley McCarran-Walter para negarle visados a extranjeros "indeseables", la administración de Reagan concentró sus esfuerzos principales, aunque no exclusivamente, contra los opositores...
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