Imágenes del cuerpo humano
2001; Institut National d'Educació Física de Catalunya; Volume: 1; Issue: 63 Linguagem: Espanhol
ISSN
2014-0983
Autores Tópico(s)Sports and Physical Education Studies
ResumoNo hay duda que de las aportaciones historiograficas mas recientes ha sido la recuperacion del cuerpo, cosa logica ya que fue uno de los temas incluidos por Jacques Le Goff y Pierre Nora en el libro Hacer la historia. Junto a serie de nuevos problemas y enfoques, aquella obra -que data de comienzos de la decada de los anos setenta- ofrecia propuestas a modo de presentacion de nuevos ambitos de estudio. Tal situacion favorecio la proliferacion de obras individuales y colectivas que tenian por objeto el estudio historico de la imagen del cuerpo humano, referidas especialmente al periodo que va de la Edad Media hasta la modernidad. En realidad hacia tiempo que el descubrimiento del inconsciente habia minado la confianza en los valores asertivos de la palabra, lo cual situo el cuerpo en el centro de los discursos. En aquella misma obra, Jacques Revel y Jean-Pierre Peter destacaron la desmemoria del cuerpo, siendo -como es- el lugar del deseo porque, en ultima instancia, palabra es deseo, palabra viene del cuerpo por mas que toda palabra ordenada, reflexionada, institucionalizada, se emplea en negar el Desde perspectiva historica, es obvio que los imaginarios corporales han quedado sometidos a un universo de orden, ya sea bajo el peso del rigorismo moral o bien bajo la mirada de aseptica objetividad cientifica. autocontrol fisico ha casado perfectamente con el deseo de controlar los cuerpos de los demas para conseguir un mejor orden social y religioso-moral. Las diferentes formas de coercion fisica que tanto predicamento han tenido tradicionalmente en la educacion han sido repetidamente olvidadas: una historia de la educacion que se centre con exclusividad en el logro de aptitudes como la de la lectura y la escritura olvidara de las principales funciones de las escuelas pobres, de caridad o elementales en el pasado: la imposicion, la obediencia fisica o la educacion como proceso para doblegar a los ninos. El cuerpo se ha adaptado, pues, a los usos, a las costumbres, a los vaivenes de la historia. Se puede decir que el cuerpo es el huesped silencioso de los signos de la cultura por lo que posee un alfabeto que es posible conocer y descodificar. Por consiguiente, el imaginario del cuerpo ha pasado por diversas transformaciones estando sometido, actualmente, a la logica consumista. Con todo, nos hemos olvidado del cuerpo, de su memoria, o lo que es lo mismo, de sus evoluciones y de su presencia en el proceso historico, circunstancia chocante cuando observamos que el cuerpo es la materialidad mas contundente y, a la vez, la realidad mas inmediata de nuestra entidad psicofisica. En ocasiones, da la impresion como si se hubiese actuado un tanto peyorativamente negando a lo corporal su correspondiente lugar en la historia. Situacion paradojica la que se ha generado ya que si bien el cuerpo es un producto social se constata su ausencia en los discursos que, por contra, han destacado desde antiguo los valores ideologicos. La eliminacion de los lugares de la memoria (y el cuerpo es uno de estos topos) deja a las sociedades desprotegidas e incapaces de renovar su vida cultural. Sin embargo, las llamadas del cuerpo son reclamos que se empezaron a oir a fines del siglo XIX. Ya Nietzsche denigro en el Zaratustra de los despreciadores del cuerpo. En cualquier caso, los planteamientos de la escuela de los Annales y de la historia de las mentalidades, sin olvidar los aportes de la antropologia, han potenciado el resurgir de la historia del cuerpo. Tanto ha sido asi que lo corporal ocupa, finalmente, un lugar privilegiado en las diferentes maneras de hacer historia, planteandose incluso lineas de trabajo -como las que formulo Roy Porter en su momento- sobre el particular.
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