Artigo Revisado por pares

El Aleph de Ercilla

1988; Volume: 1; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

10.1353/ntc.1988.0037

ISSN

1940-9079

Autores

Augusto Monterroso,

Tópico(s)

Cultural and Mythological Studies

Resumo

EL ALEPH DE ERCILLA AUGUSTO MONTERROSO Leo elFiccionario, una antología de textos de Jorge Luis Borges con introducci ón, prólogos y notas de Emir Rodríguez Monegal (FCE, México, 1985). Y en las notas, entrada 51, lo siguiente: el Aleph. "Una sátira de las costumbres literarias argentinas, este relato también contiene una parodia oculta de IaDrvina Comedia; hecho que Borges ha negado explícitamente en un comentario sobre el cuento para la edición norteamericana (1970)". Hace unos veinte años conocí en México a Emir Rodríguez Monegal, pero nunca fui lo que pudiera llamarse su amigo. Cuando en este o aquel congreso de escritores nos encontrábamos en alguna parte del mundo me decía: "Te acabo de citar en mi conferencia; siempre te cito"; pero sin que yo me atreviera a preguntarle a propósito de qué, nos sonreíamos y seguíamos nuestro camino . Sabía mucho y había escrito un libro sobre Neruda que me gustaba. En sus últimos años dedicó su vida a la obra de Borges, y este Ficcionario es apenas una pequeña muestra de esa dedicación. Ambos, Borges y Emir, lo sobrevivieron muy poco tiempo. En cuanto a Rodríguez Monegal, lamento no haber podido comunicarle personalmente la sorpresa que ahora me causa su teoría de esa fuente o intención de "El Aleph", tan alejada de la posible verdad. Si Borges lo negaba, me pregunto, ¿por qué insistir en la suposición verdaderamente fantástica de que su cuento es una parodia de la Divina Comedia! En este momento sospecho que por el deseo, tentación de muchos críticos, de adoptar los métodos o recursos de los autores de que se ocupan. Así, extra ñamente, Rodríguez Monegal sostiene que la Divina Comedia "describe el mundo entero" y es "la verdadera musa" del cuento. Sus principales razones para creerlo son dos: la coincidencia de los nombres de Beatriz en cada obra, y una curiosa acomodación de sílabas para que del nombre de DanteAlighieri se forme el apellido de Carlos Argentino Daneri, protagonista de "El Aleph". Esto es ingenioso, pero no muy convincente. Por lo que hace a las Beatrices, por más que Borges amara a Beatriz Viterbo, no dejó de anotar, a lo largo del cuento , que esta Beatriz, prima de Daneri, es un poco abyecta; casada; divorciada que "siempre se había distraído con Alvaro"; iletrada (jamás abrió un libro de los que Borges le regaló); algo loca: "había en ella negligencias, distracciones, desdenes, verdaderas crueldades, que tal vez reclamaban una explicación paNUEVO TEXTO CRITICO Vol. I No. 2 Senundo semestre 1988 230AUGUSTO MONTERROSO tológica"; Borges vio en el Aleph "cartas obscenas que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino". Si no es posible aceptar que la Divina Comedia "describe el mundo entero", pues es evidente que no lo hace, más difícil resulta ver en esta mujer, la contraparte, aun en una supuesta parodia, de la Beatriz de Dante, epítome de pureza y perfección. Pero en fin, en un libro uno puede ver lo que quiera y Rodríguez Monegal tenía derecho a ver lo que su imaginación le dictara . Aun en contra de Borges. Es probable que la fuente de "El Aleph" sea otra. En mi libroLo demás es silencio, entre los aforismos, dichos y apotegmas de Eduardo Torres, en la entrada "Platitudes", se lee: "Sé que mis enemigos dicen que soy un escritor plano , pero recuérdese este verso de Alonso de Ercilla (Araucana, canto IV):¡Cuanbuena es lajusticia y qué importante! ElHeraldo, Ernesto Mejía Sánchez y su obsesión por la 'lucida poma"'. Es cierto; pocas obras clásicas están tan plagadas de prosaísmos, planicies yripios comoLa araucana, poema que aprendí a leer en Chile, en donde es una especie de monumento nacional por la justicia que Ercilla hace en él al valor y la nobleza de los araucanos, a quienes exterminaba al mismo tiempo que escrib ía la epopeya de su conquista a mediados del siglo XVI. Cuando Eduardo Torres dedicó a Ernesto Mej...

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