Artigo Revisado por pares

La majestad de los pueblos en la Nueva Granada y Venezuela, 1780–1832

2013; Duke University Press; Volume: 93; Issue: 1 Linguagem: Espanhol

10.1215/00182168-1902796

ISSN

1527-1900

Autores

Alejandro E. Gómez,

Tópico(s)

Latin American history and culture

Resumo

La obra que nos presentan Clément Thibaud y María Teresa Calderón se inscribe dentro de la renovación que han sufrido los estudios de las ideas e imaginarios políticos de las independencias hispanoamericanas desde la década de 1980. La misma se inserta, más concretamente, dentro de la tradición guerrerista (me refiero a la escuela de François-Xavier Guerra) aunque con la novedad de seguir una aproximación prospectiva que relativiza la excesiva causalidad atribuida a las ideas políticas ilustradas y a la crisis monárquica. Se trata de una obra densa, destinada a una audiencia profesional docta, conocedora no sólo de la historiografía y la historia de dichos procesos (en particular del caso neogranadino y, en menor medida, del venezolano), sino también de las ideas políticas liberales modernas euro-americanas. El estudio hace uso de fuentes prima-rias de diferentes tipos, muchas de ellas sobre regiones provinciales periféricas (como el Socorro, Simití, y Mompox), lo que ofrece una visión de conjunto que va más allá de los centros de poder estudiados habitualmente.Los autores alegan que las ideas que avalaron la construcción de repúblicas indepen-dientes en la América Española no pueden ser reducidas, como sostiene una parte impor-tante de la historiografía, a una mera consecuencia del liberalismo moderno, pues hubo otras referencias que podían incluso ser opuestas a esta última corriente (pp. 18 – 39). Con el propósito de sustentar esta hipótesis, hacen un análisis de los lenguajes políticos a lo largo del tiempo buscando determinar cómo las nociones políticas son reconstruidas para sustituir los símbolos de la legitimidad monárquica. Ello lo hacen a través del estu-dio de las concepciones dieciochescas preexistentes — de aquí la relevancia de la visión prospectiva — , y de la forma cómo éstas y otras incidieron semánticamente sobre las ideas políticas hasta poco después del colapso de la Gran Colombia en 1830.La obra hace interesantes planteamientos, sobre todo de orden teórico, en temáticas que han sido ampliamente tratadas por la historiografía, como la noción de soberanía y de ciudadano-soldado. Según nuestro criterio, los aportes más importantes los encon-tramos en dos áreas temáticas, siendo la primera el impacto del derecho natural católico sobre el ideario político. El tema es abordado en diversas partes de la obra, pero princi-palmente en el capítulo cuatro donde lo vinculan con corrientes católicas anti-romanas, como el regalismo y el jansenismo. Los autores sostienen que esta interrelación ofreció a la dirigencia política recursos intelectuales para reconstruir la majestad de los pueblos (p. 130). También dio los argumentos para conformar una nueva soberanía utilizando, además de los criterios seculares de suficiencia, un lenguaje político regeneracionista basado en las sagradas escrituras. Los mismos fueron alegados en distintos momentos para elaborar preceptos constitucionales legitimadores como el “Dios creador de los Derechos del Hombre” (p. 142); para desarrollar una retórica contra-reformista a fin de controlar las entidades disidentes u oponerse a la monarquía hispana; e incluso para justificar la antromorfización de la soberanía en las figuras de Bolívar y Santander. Si bien la incidencia sobre lo político de la religión católica es un tema que ha sido tratado por la historiografía, esta obra lleva esa reflexión mucho más allá para situarla en el centro de la reflexión autonomista e independentista. Los autores llegan incluso a afirmar que esta variable aparece con mayor frecuencia que los filósofos de las luces y las revoluciones americana y francesa (p. 132), lo que refuerza notablemente la validez de la hipótesis inicial.La segunda temática que deseamos destacar versa sobre las alteraciones que sufriera la noción de majestad (tema central de la obra), y en particular sus entrecruzamientos con la de soberanía. Todo ello en tiempos en que se hizo necesaria la reconstrucción imaginaria de ambas nociones tras el inicio de la crisis monárquica, para así restablecer la “dignidad real” y la legitimidad usurpada del monarca. Los autores sostienen que al cerrarse ambas posibilidades (tras las derrotas españolas de 1810 y el establecimiento de la Regencia), las juntas autónomas buscaron garantizar la autoridad a nivel local reto-mando el principio del “orden de los pueblos” para asumir la representación del rey. Este hecho produce un enfrentamiento entre soberanía y la mayestática real: la primera queda descompuesta en diversos cuerpos soberanos (tanto provinciales como urbanos), y la segunda pierde su papel — mas no su potencial — jerarquizador ante la ausencia del monarca. Una ambigüedad imaginario-jurídica que dará paso a un proceso disgregador, amparado en el principio de “reversión de soberanía” aplicado a nivel local. Las provin-cias matrices buscan ponerle fin mediante negociaciones de naturaleza verdaderamente diplomática y, cuando no fue posible, por la vía del anexionismo generando conflictos militares que los autores denominan como “guerras cívicas” (p. 85). Esta situación generó todo un cúmulo problemáticas jurídico-políticas, entre las cuales cabe destacar el aban-dono parcial de los preceptos iusnaturales, republicanos y federalistas que habían orien-tado los primeros momentos, para dar prioridad a los con-federalismos, centralismos y, finalmente, a la dictadura de Bolívar.Para terminar, es una pena que este ambicioso trabajo no ofrezca más que una vaga conclusión, a pesar de que las materias tratadas y las formulaciones teóricas hechas por los autores ofrecen los ingredientes necesarios para realizar una profunda reflexión histórico-historiográfica que, según nuestro criterio, lo habría enriquecido notable-mente. Pese a esto, es sin duda una obra importante que destaca en muchos aspectos por su originalidad, y que seguramente será lectura obligada para estudiosos de las ideas e imaginarios políticos en la era de las revoluciones en el Atlántico Ibérico.

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