Los pecadillos de don Luis de Góngora
1964; Spanish National Research Council; Volume: 47; Issue: 1/4 Linguagem: Espanhol
10.3989/rfe.1964.v47.i1/4.942
ISSN1988-8538
Autores Tópico(s)Historical Art and Architecture Studies
Resumonos en lo primero nos obligaría también a creer (no falta quien así lo crea) que fue el propio Lázaro el autor del Lazarillo de Tormes.Ocurre que a veces las alusiones parecen concretarse con clara evidencia por coincidir con hechos, bien conocidos, de la biografía del poeta: hay nn romance escrito, sin duda posible, con ocasión del viaje a Salamanca en 1593, en el que Góngora enfermó de mucha gravedad; en ese romance, dice, para expresar su desgracia, que, además de su enfermedad, se ha enamorado apasionadamente (y esa coincidencia de viaje a Salamanca, amor y enfermedad está confirmada por dos sonetos 2). Pero •ese es un amor por lo fino, y muchos eclesiásticos lo pudieron expresar en los siglos XVI y XVII sin que se escandalizara nadie : fray Luis de León, Herrera, don Francisco de Medrano ... y tantos otros.Y a veces estos amores idealistas, petrarquescos, no eran sino galante homenaje a una noble dama o a una favorecedora.Busquemos otros ambientes.Hay toda una serie de romances burlescos escritos por Góngora en su juventud, en los que, de un modo más o menos claro, se transparentan amoríos cordobeses del propio poeta o de conocidos suyos; el lector se da cuenta de que esas composiciones están «cifradas)) : debían de ser diáfanas para los medios en que vivía Góngora.A veces eligen como cobertura temas carolingios : «París)) envuelve en varias de ellas a Córdoba, y la «iglesia de San Dionís)), a la catedral cordobesa, así como los nombres de damas del romancero (doña Alda, Belerma) señalan los de algunas damiselas de la ciudad, no demasiado tacañas en la participación de sus encantos.Esto es lo que llega a vislumbrar el lector moderno •. 1 Hay un testimonio de un andaluz, contemporáneo de G•óngora (de
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