El rock independiente español y las prácticas poéticas contemporáneas: estrategias autoriales en la cultura de masas
2016; University of Northern Colorado; Volume: 32; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1353/cnf.2016.0038
ISSN2328-6962
Autores Tópico(s)Radio, Podcasts, and Digital Media
ResumoEl rock independiente español y las prácticas poéticas contemporáneas:estrategias autoriales en la cultura de masas Jesús Peris Llorca La emergencia del cantautor eléctrico La historia del rock y del pop puede leerse también como la lenta aparición de los gestos de la alta cultura al otro lado de la frontera de la cultura de masas. Aunque cuando lo hagan no dejen de tener la textura del simulacro. La emergencia del rock en Estados Unidos reviste las formas de una contracultura juvenil que desborda las expectativas de su clase social y erige sobre ello una identidad de grupo. Los jóvenes que bailan en el patio de butacas de los cines al ritmo febril de “Rock around the clock” son el ejemplo perfecto: se afirman sobre una lúdica transgresión, limitada por el tiempo de ocio, que refuerza su identidad.1 La juventud se inviste con una suerte de identidad de clase y las décadas siguientes supondrán la renovación de ese gesto.2 La(s) cultura(s) de esa clase transversal emergerán como contracultura. Dick Hebdige, en 1979, estudió el papel del bricolaje en la configuración estética de las subculturas del rock, una suerte de dandismo, a veces invertido. Esa reutilización estética de elementos de desecho de la sociedad industrial que constituye el gesto fundante de la estética punk no deja de ser una consciente y demorada construcción estética de la propia excentricidad.3 A diferencia del dandismo original, este simulacro de dandismo no se ocupa tanto de configurar identidades individuales como identificadores de grupo. Si esto es claramente así para el punk, no parece tan claro en el caso de otros fenómenos pop, por ejemplo el glam rock, o el postpunk, pero también el Heavy Metal, paralelos o inmediatamente posteriores. En ellos la concienzuda construcción de la excentricidad del cantante y los músicos (los diversos rostros de David Bowie, la meticulosa androginia de Boy George) están al servicio de la entronización de la figura del artista como ser sublime, divinizado, lejano precisamente a la materialidad cotidiana de sus fans. Al menos desde los años 70, como señala por ejemplo Peter Wicke (154), el rock y el pop no dejan de ofrecernos un extenso catálogo de estetas. Alaska, Ana Curra, Tino Casal o Miguel Bosé podrían ser ejemplos análogos para diversas escenas españolas. El esteta pop es un auténtico [End Page 141] simulacro del dandy devenido objeto de consumo masivo. “La figura del rockero responde con precisión a la figura identitaria del esteta” (Abad 53). Por otro lado el rock había ido adoptando también otros gestos, otros rituales y otras maneras de ser leído análogo a la alta cultura. Por un lado, y desde la electrización del folk (con Bob Dylan en Newport como elemento auroral), había enlazado con la tradición del letrista folk, del trovador errante, versión cantada del poeta comprometido. Bob Dylan, además de conectar la guitarra al amplificador le había añadido el gesto culturalista. Así, mientras desgranaba las metáforas que expresan, por ejemplo, las visiones de Johanna (“Visions of Johanna”, 1966) el nuevo trovador eléctrico se declaraba no sólo heredero de la tradición de Woody Guthrie, sino también de, por ejemplo, Dylan Thomas, a quien homenajeaba en su nombre artístico. El nuevo folk fue oficio de cantautores, el límite “inferior” de la poesía. Los Byrds, por ejemplo, se encargaron de adentrarlo un paso más en el pop. La psicodelia lisérgica, por su parte, nos llevaría al cielo con diamantes en excursiones de filiación surrealista desde praderas verdes en las que se celebraban conciertos hippies. Por el otro lado desde principios de los años 70 comienza a hablarse de rock artístico, o de rock sinfónico. En ocasiones, como plantea Wicke, no deja de ser una manera de contrarrestar la creciente y combativa politización de una parte del pop rock, con John Lennon pidiendo power to the people...
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