Artigo Revisado por pares

The Yaquis and the Empire: Violence, Spanish Imperial Power, and Native Resilience in Colonial Mexico

2015; Duke University Press; Volume: 95; Issue: 4 Linguagem: Espanhol

10.1215/00182168-3161562

ISSN

1527-1900

Autores

Raquel Padilla Ramos,

Tópico(s)

Historical Studies in Latin America

Resumo

Aunque Raphael Brewster Folsom no lo explicite, The Yaquis and the Empire: Violence, Spanish Imperial Power, and Native Resilience in Colonial Mexico es un libro de carácter etnohistórico. Desde una combinación de disciplinas sociales y humanísticas como la antropología, la arqueología y la lingüística, el autor desarrolla un tema histórico en el tiempo largo. En el texto se analizan las relaciones entre los yaquis, grupo étnico del noroeste de México, y los conquistadores españoles. Sus fuentes son de diverso origen y de múltiples contrastes, algunas muy tempranas, como crónicas de exploradores, misioneros y militares de los siglos XVI y XVIII. Si bien hay grandes ausentes en la bibliografía (Julio Montané, Chantal Cramaussel y Gilberto López), The Yaquis and the Empire es un libro que nos presenta información novedosa, nunca antes abordada por los historiadores.En este trabajo, las palabras, profusas en sinónimos para nombrar aspectos de la naturaleza, se vuelven concepto y fuente a la vez. El librode Folsom es una obra que profundiza en el paisaje cultural, es decir, en la relación de los hombres y mujeres yaquis con su entorno y los recursos naturales. Esta relación es tan fuerte que los ha llevado a sostener luchas seculares y férreas por la defensa del territorio, en especial de los valles que son altamente propicios para el cultivo, y de unos años para acá, del Río Yaqui.Una constante en este libro es la “ironía de la situación”, la cual se refiere a que en tiempos de guerra las cosas que suceden suelen ser peores de lo esperado. Folsom anota: “Exploring the ironies of Yaqui-Spanish engagement sheds new light on borderlands processes that have often remained in the shadows” (p. 9). De esta forma, encontramos ironía en el imperialismo, en la insurrección, en las reducciones jesuitas, en la conquista, en el colonialismo, en la guerra y en general en casi todos los aspectos de la historia yaqui, la cual ha sido una especie de caja de Pandora.Detectar las ironías inherentes a la historia yaqui es, pues, el principal objetivo del autor; y de manera específica mantenerse al tanto de las ideas previas sobre los yaquis, sobre todo las provenientes de los antropólogos, y al mismo tiempo ampliar la base empírica y teórica sobre la que la historia yaqui puede ser reelaborada. La meta se cumple a cabalidad a lo largo de los siete capítulos y el epílogo que nos ubica en la lucha yaqui en el México republicano.En esta su primera edición, The Yaquis and the Empire carece de mapas, cosa imperdonable en un trabajo etnohistórico sobre un pueblo y una región muy específicos. Sin duda esto mejorará en próximas ediciones. Puede decirse que la falta queda de cierto modo balanceada por la presentación de magníficas fotografías, un muy útil índice analítico, y sobre todo por una diáfana y atractiva escritura.Folsom establece diálogos con diversos autores para profundizar ideas y conceptos. Sucede así con Edward Spicer, de quien toma el binomio enduring people, el cual se refiere a una identidad sostenida a pesar de las vicisitudes. Cuestiona en cambio la subestimación que hace Evelyn Hu-DeHart al mostrar a los yaquis como un grupo cuya resistencia al abrumador poder imperial es de tal magnitud, que lo vuelve incapaz de relacionarse creativamente con los españoles de formas no violentas.Una de las más grandes aportaciones de Folsom, derivada de trabajos previos de la historiadora Susan Deeds, estriba en el planteamiento de que tanto los pueblos que resistieron apocalípticamente al Imperio como los que se entregaron sin objeción, se extinguieron pronto. Naciones que supieron negociar y resistir a la vez, sobrevivieron, y en esto los yaquis fueron notorios. Los yaquis no sólo mantuvieron su autonomía política y cultural, sino que se dieron el lujo de incorporar elementos del mundo español sin menoscabo de su cultura propia. Así, sólo cuando los españoles aceptaron las condiciones de los nativos, se estableció una sociedad colonial; es el llamado “pacto colonial” (en términos de Cynthia Radding) lo que permitió a los indígenas insertar gran parte de sus elementos organizacionales en la propuesta que los europeos tenían para ellos.Pese a no estar lo suficientemente desarrolladas en términos conceptuales, hay palabras cuyas definiciones están implícitas. Así pasa con violencia, poder y resiliencia. Abonando a esto, señala el autor que los conquistadores erróneamente creyeron que en el norte se toparían con condiciones similares a las del centro de México (reinos fabulosos e indios aliados), pero las estructuras políticas eran muy distintas. Las jerarquías eran leves, no había pueblos nucleares y no se pagaba tributo; las poblaciones vivían una violencia sistemática, pero también tenían intercambios de comercio, complejas relaciones de parentesco y de matrimonio. Esto marcó significativamente las formas de relacionarse con los indios.Aunque en años recientes se han hecho varias investigaciones sobre el mundo indígena del noroeste fronterizo mexicano en la Colonia, el libro The Yaquis and the Empire viene a cubrir aspectos que faltaban en términos historiográficos, y a ofrecer una relectura de las crónicas más tempranas. Es un libro que será aprovechado por los especialistas en cuestiones étnicas pertenecientes a diferentes disciplinas, en especial por los historiadores y antropólogos.

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