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Balnearios romanos. Arquitectura y medicina

2016; Sociedad Española de Hidrología Médica; Volume: 31; Issue: S1 Linguagem: Espanhol

10.23853/bsehm.2017.0241

0214-2813

Gonzalo Matilla,

Archaeological and Historical Studies

Sin duda el uso de las aguas minero-medicinales podemos retrotraerlo a la prehistoria, como parecen indicarlo algunas de las leyendas que rodean las surgencias; pero con independencia de que las aguas se hayan podido utilizar en epocas remotas, el termalismo como fenomeno medico y social surgio en el imperio romano. Las referencias literarias de este periodo son un claro testimonio del alcance que para el conjunto de la sociedad tenia el uso de las aguas con fines salutiferos. Baste recordar a autores como Marcial o Ciceron que tienen en sus obras referencias continuas a las estaciones termales. La preocupacion cientifica acerca del origen, clasificacion y propiedades de las aguas tiene tambien un reflejo en los trabajos de Plinio el Viejo, Seneca o Estrabon y como no, en los medicos como Galeno u Oribasio o en los tratadistas de medicina como Celso. Al margen de estas cuestiones hay un elemento objetivo que permite un acercamiento veraz al termalismo romano. Se trata de la evidencia arqueologica del uso de las aguas y que se puede constatar en lugares como Aquae Sulis (Bath, Inglaterra), Aix-les-Bains, (Francia), Aachen, (Alemania), Montegrotto Terme (Italia), Aquae Helveticae (Baden, Suiza), Varazdinske Toplice (Croacia), Starozagorski Bani (Bulgaria), Aquae Flavianae (Ain el-Hammam, Argelia), Yebel-Ust (Tunez), Hamat Gader (Israel) o Allianoi (Turquia). En el caso de Hispania (Espana y Portugal) parece que el uso de las aguas estuvo bastante generalizado como lo atestiguan las 152 surgencias con uso durante algun momento entre los siglos I a. C. y IV d. C. Tanto en los ejemplos extrapeninsulares indicados como en muchas de las surgencias hispanas los romanos invirtieron grandes cantidades de dinero que reflejan la importancia que estos lugares tenian. Esto se puede apreciar viendo la magnitud de algunos de los complejos construidos. En Espana baste citar Archena, Fortuna, Alhama de Murcia, Lugo, Ledesma, Banos de Montemayor, Alange, Caldas de Montbui, Caldas de Malavella o Fitero, mientras que en Portugal destacan Aquae Flaviae (Chaves) o Sao Pedro do Sul. Por otra parte las aguas minero-medicinales, tienen las mismas caracteristicas y propiedades curativas con o sin construcciones en su entorno, asi que al margen de otras consideraciones hay que plantear que el objeto de la arquitectura balnearia romana ha de estar directamente ligado a los fines curativos y no se puede olvidar que el uso que se da a las aguas es curativo desde el punto de vista medico, pero tambien desde el religioso. Es facil ahora diferenciar entre ciencia y creencia, pero en epoca romana no seria tan sencillo y ambos elementos se mostrarian yuxtapuestos en el caso de las aguas curativas. En cualquier caso religion y medicina se daban la mano en este tipo de instalaciones y hay que plantear como hipotesis (aunque mas bien es una certeza) que las caracteristicas que encontramos en cada uno de estos edificios estan relacionadas en gran medida con la medicina, y por lo tanto con enfermedades concretas y tratamientos igual de concretos.