De la Catedral al cementerio y de la procesión al desfile: festejos nacionales cívico-religiosos en México, 1826-1842
2017; Groupe de Recherche Amérique Latine Histoire et Mémoire; Volume: 33; Linguagem: Espanhol
10.4000/alhim.5650
ISSN1777-5175
Autores Tópico(s)Latin American history and culture
ResumoEn las primeras décadas después de la independencia, las fiestas nacionales mexicanas se organizaron a partir del modelo de las fiestas de la Monarquía católica: su escenario principal era la Catedral, la representación de la nación era corporativa y, por tanto, heterogénea y jerarquizada, su interés fundamental, las cortesías con las autoridades, que confirmaban el ejercicio del Patronato. Las celebraciones fúnebres de 1823, 1836 y 1838, testimonian además la recuperación de la cultura de las reliquias de santos. Sin embargo, las ceremonias cívicas de septiembre de 1842, que celebraban al presidente Antonio López de Santa Anna, al mismo tiempo que culminaron la sacralización del cuerpo presidencial, contribuyeron a reducir la impronta de los espacios y ceremonias católicas, en favor de un ceremonial militar y del espacio más secular del cementerio romántico, y de una representación nacional más homogénea.
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