Artigo Revisado por pares

Óleos y pasaportes

2018; Duke University Press; Volume: 22; Issue: 2 Linguagem: Espanhol

10.1215/07990537-6985895

ISSN

0799-0537

Autores

Abraham Fidel Ortiz Lugo,

Tópico(s)

Cultural and Mythological Studies

Resumo

En eso estamos de acuerdo. En que se burlen del camelloy nos miren con desdén por nuestra cojera,que guarden sus fideos en el portafoliocuando se trata de invitarme a ver el mardesde un barco hundido en el fondo del océano.De eso se trata el egoismde un carapacho de tortuga de calcio y desprecioque la sociedad arrastra en la suela de sus zapatos;el carapacho nutrido de miradas compasivasen una calle donde asesinaron a dios,como si alguien la empinarapara hacerme caer otra vez en el embudo.Tus pies no sirven para pisotear las uvas.Eso dicen.Antes, con los pies planossolo me libraba del ejército,y miren por dónde.También un pájaro vuela y vigila cuando cago,cuando sueño lo sustituyo por un cisnepero cómo puedo dormir de día que es cuandola ciudad se mueve y abre sus hendijasy cada ladrillo reconoce la voz de su mendigo.No soy un enemigo comúnsino el orco inventado para sacar ventajassoy hijo de una brujay de esto bien pueden opinar las hogueras;las fosas comunes, a veces, no fluyen bajo tierra.La profunda soledad nos ha cortado el paso de repentey antes de acariciar con los dedosel último frasco de aspirinas, rebajadas para fin de año,nos ha dolido la cabeza como nunca.La leche del caimito brota con una paciencia colegial,germina en calma, confiando en que las cosas cambiense arrastra por el cuero del árbol y gotea su desesperación infantil;da envidia verla, tan lenta y pegajosa.Pero tras abandonar el bosqueen qué ciudad te dan tiempo a meditar,escoger tu vocación como un desveloy plantarte en la puerta de tus sueños a gritar.Hablamos de una ciudad y no de una oruga.La ciudad no hiberna, ni padece enfermedades como la artritisse mueve a ritmo y contracciones implacablespara lavar el pañal de sus metamorfosis.Escupe su goma de mascar y continúa.Poeta, convierte tus palabras en tu propia horca.De otra forma estarás muerto.—Langston HughesCómo detengo las palabras entre una huella y otramis pies resbalan en la piedra cuando debían detenersea otear el arte primitivo de la crisálida.¿Quién unta grasa a la voz de mi caída?,aprendí a plantar una migaja entre una huella y otrapor eso el nexo es un discurso permanente¿no han escuchado ustedes el soliloquio?la albúmina de estar pagando frente a la oscuridadcon disparos de luz;cada palabra es un candil a hurtadillasantorcha de esperma y óvulos que se fecundan al ser escuchados;en el momento del cristal hay un halo protestantepodríamos hablar de ese diafragmamas no se trata de prestar un vientre a cada excusahemos venido a inclinarnos sobre la gargantaestudiar qué mal produce la lejanía en sus destelloscuánta ensoñación se pierde al construir la lejanía.Hemos venidoa preguntar por el cerdo ahorcado tras morder a un niñohemos de preguntar al caballo que respondía de forma matemáticahemos venido un año bisiesto antes de planchar la ropahemos de andar junto al almendroy visitar al cuarzo en sus estanterías.Y si aún no se detienen mis palabras y siguen gravitandollamad al cirujano o al oncólogodíganle mi nombre al bisturípero no dejen que se acerque la morfina.Que duelan como amores.Tras las máscaras solo hay papelhojas en blanco que se ocultan de la verdadhuyen, del amanuense que las convierte en páginas;la historia no les interesa ni los hombreslos dibujos al carbón son aburridoslos recortes y el maché hipócrita terapia,remedio de banderilleros el origami.Tras las máscaras solo hay papel papel papelcelulosa enjaulada y triste que a toda costa elude la tintacelulosa plana y blanca odiando a los escritoresy a la gente para las cuales trabajan.Celulosa extraída a la fuerza del bosquecelulosa testigo inherente de la desesperacióncelulosa cometa en las manos de un niñoque lanza la culpa a planear sobre sus sosegados padres.Celulosa el 1 de abril de 2017;la hora no importatras las máscaras solo hay papel.Y frente al humo más humo y la cegueracristal empañado con el aliento etílicode la crin que ha venido a despedirsey cae entre los cascos del puñal.Frente a la niebla más niebla, miopía;la res buscando adivinar quién le esperapues su carne ya no recibe mensajesel músculo rasurado se dilata, se arriesgaa encanecer en el cuerpo de otro espantapájaros,el músculo prisionero en el espejoy Dios que no aparece.Frente a sus cenizas el cuerpo da una caladaescucha el rugido riguroso de su hueso,eficiencia de haber existido entre relojesentre los péndulos de una pulsación interminablehizo sudar al campanario y a sus vírgenes.Ahora sobreviene la nadalúcida como siempre dentro una cajita de música.La selección natural no funciona en el espejo,allí la batalla es otra, se duplica el vacío el resto del peaje,esto significa que debemos curarnos las heridas empleandokeroseno u otro combustible que sustituya el ADN,alguna huella anterior al desafíode cruzar el valle caminando entre cortinas.La selección natural no funciona en el espejono se reproduce en su esperma la cuestiónde comernos los unos a los otros cuando haga falta.Las manos tampoco se ven en el espejo, ¡qué jodienda!ni se escucha en su cuadraturael rigor envuelto en una dentellada.El espejo es una yegua inmóvil que montamospara huir cada mañana a la sensaciónde movimiento.La selección natural no funciona en el espejonos reunimos en el lecho del río allí contenidoa comprobar cuáles especies nos esperancuáles aguas transportan el cristal al acercarse.Comemos tierra que ha sido educada para ser arcillao barro de estatuas. Mas no nos molesta en la gargantamientras masticamos la herencia;como quiera que sea de hermosísima esa sedqué justifica esta ansiedad de parvulariosla vastedad salada de lanzarnos sobre el cuello del sinsontela vastedad de nombrar por igual a los cadaverscuando la forma ya no justifica al contenido.Comemos tierra que ha sido educada para arcillay sin embargo nuestra carne no cedese juega el tipo en la semblanza de su caligrafíarefrenda en la angustia la posibilidad de la luz;es un sonido apuesto y levemente usado como una cartaque cuando llega devora el instantey la locura se apodera de las paredesla ansiedad se incrusta contra las puertascontra la sangre de la ropa abandonada en la horca.Por eso el paisaje en el saloncito no se muevese cuelga de los trenes para vivir un poco cada díase fusiona al hurgar en los equipajesy madurar los cerezos para los fotógrafosel paisaje oscila lentamente como una hora que nunca será exacta.Comemos tierra que ha sido educada para ser arcillao sangre de estatuas.He venido por tu rostro caminandoa comprobar si la nube escondía el trucoalgún dato químico que hablara de tu transparenciay llevas tanta humedad escondida en el regazoen el hierro de tu sangre tanto enebroque me he perdido varias veces al tocarteen esa dimensión fundida al sueño;pero he notado cuánto existes todavíacómo es posible inventar de nuevo tus estadísticashablo del verbo aforado por tu espaldalos labios cuando lucían un gemidola piel agotándose antes de la desembocadura.Hablo de caminar en un solo mandamiento,he dejado atrás una ciudad con muchas hojasal comisario investigando un suceso irrepetiblelas campanas que suenan de puro enojoal santo que le han vendido un laberintopor donde cruzan los trampososy las bufandas que tejen unas liebres en Gomorra.Hablo de andar a un solo ritmo. Como escondidos.El burócrata inventó su lenguaje cuando nos vio.Cuando nos vio inventó el cuño los pasaportes y el consuladoinventó su lápiz el juego inevitable de las fronteras,se hizo acompañar por un ejército de trolescomo le había aconsejado su soberbia;pero permanecimos sentados cara al marporque aquella fragata nos atraíay luego ese triángulo blanco tras su esloracomiéndose las nubes con un sombrero de magos;los cubiertos sonando encima de una alfombrauna cuna recién poblada por los llantosel seno de un desfiladero repleto de lechey vimos a los pescadores discriminar en las redes a los pecespequeñosa las gaviotas aprovechar aquel escrúpulovimos caer la tarde apagándose por los bomberos nocturnosque encendían allá arriba las estrellas para seguir su faenay las manos del tiempo en nuestras manoshaciendo un salvoconducto.Y el burócrata no cejaba de vigilarnos,se nutre con nuestros movimientoslo alimenta la aceleración de nuestro albedríopero cuando nos estamos quietos y somos solo pensamientosse sube por las paredes se quita la corbataentonces suda como un cerdoy lanza improperios contra esta naturaleza muerta.Del burdel de Lourdes a la lengua de los periodistasy de ahí a su espalda desnuda, reciclando cariciascomo un semidiós empotrado en un árbol.Del burdel de Lourdes a la locura madrigal de los gallosy de ahí a sus piernas temblorosas hechas de felpay de noticias, de farallones inclinados a dar Guerraa derretir el obús dentro del glande con un fosolleno de recuerdos, yemas tocando la penumbra congemidos, bocas lamiendo una sábana con agujaslamiendo la tierra de los desvelados glúteos.Del burdel de Lourdes a la semilla de arrozque alimenta al vietnamita, a la espiga mientrascrecen sus pupilas y se nutren de ganas los verbos de suboca, la depravación que habita en su ignorancia,sus ojos al terminar enternecidos, sus pechos alaceptar el contrabando, la droga si hierve en suequinoccio, el agua que mastican sus poros, el sudorinevitable de sus contracciones.Del burdel de Lourdes a esta noche militantedel becerro.

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