Artigo Revisado por pares

L'Église, les Capétiens et le Languedoc au temps d'Alphonse de Poitiers : autour des enquêtes pontificales sur les crimes imputés à Vézian (OFM), évêque de Rodez (1261-1276)

2013; Privat Editions; Volume: 125; Issue: 282 Linguagem: Espanhol

10.3406/anami.2013.8474

ISSN

2496-7068

Autores

Julien Théry,

Tópico(s)

Medieval Literature and History

Resumo

Tres papas sucesivos, Alejandro IV, Urbano IV y Clemente IV, mandaron que se hiciera durante seis años un «procesamiento inquisitorial » (inquisitionis negocium) contra el obispo de Rodez Vezian. A éste se la acusaba ante la justicia, sin que se aclarara jamás quién le acusaba, de «enormes fechorías » (enormia sinistra) : profanación del oficio divino, simonía, sodomía y «otros numerosos crímenes que ofenden a Dios y escandalizan a los hombres » . Audiencias de testigos se hicieron en Rodez y el obispo tuvo que defenderse con ahinco ante la Curia romana antes de librarse de toda condena. En este artículo se propone una primera aproximación a ese procedamiento bastante bien documentado que hay que colocar en la larga serie, poco conocida, de los procedimientos inquisitoriales impulsados pos los papas en contra de los prelados acusados de abusos durante los siglos XIII y XIV. Teniendo en cuenta la historia agitada del episcopado (1247-1274) y las relaciones de conflicto entre Vezian y la nueva administración condal de Alfonso de Poitiers, en un contexto de gobierno conjunto de Languedoc por la Igleia y los Capetos después de la desposesión reciente de la casa de Saint-Gilles, se sugiere que las diligencias las impulsó el conde. El que se designara como perquisidor, al principio al arzobispo de Narbona, Gui Foucois, un personaje emblemático de la simbiosis entre Iglesia romana y realeza francesa en la región, constituye un elemento importante que apoya esa interpretación. El procesamiento inquisitorial ponía al obispo en situación dificultosa pero estaba destinada a ir para largo como casi todos los procedimientos de ese tipo sin que por otra parte tuvieran necesariamente un día una conclusión precisa. Al aceptar que se hicieran esas diligencias, los papas contenían la irritación de su poderoso aliado capeto satisfaciéndole en parte sin condenar claramente a un prelado fiel a los principios de la teocracia. La justicia inquisitorial sirve aquí de mediación sin que sea dicho explícitamente y sin desentenderse de las formas jurídicas, ni mucho menos. Parece ser un instrumento político muy sutil en su manejo al servicio del gobierno pontificio.

Referência(s)