Artigo Acesso aberto Revisado por pares

David Andrés Fernández, Mapping Processions: Four Sixteenth-Century Spanish Music Manuscripts in Sydney

2019; Instituto Universitario de Estudios Medievales; Volume: 21; Linguagem: Espanhol

10.5565/rev/medievalia.475

ISSN

2014-8410

Autores

Maricarmen Gómez Muntané,

Tópico(s)

Diverse Musicological Studies

Resumo

Se entiende por cantoral un tipo de libro de gran formato que en los países meridionales europeos y en los de Latinoamérica suele formar parte del mobiliario de catedrales, monasterios y museos diocesanos.Confeccionados, en plural, en pergamino desde el siglo XV hasta el XVIII para servir en las instituciones eclesiásticas, pocas veces despiertan nuestro interés, acostumbrados como estamos a verlos -completos o desmembrados-; cuando lo hacen, suele ser en función de sus bellas miniaturas, insertas en la letra inicial de las piezas más signifi cativas del año litúrgico.El repertorio musical que incluyen los cantorales es, en general, el propio del canto gregoriano, lo cual les convierte en testimonios o en ecos tardíos del Medioevo, junto con otros libros signifi cativos de la época del repertorio litúrgico, no siempre tan espectaculares en cuanto a su tamaño, pero decorados de forma similar.Hasta fecha reciente estos manuscritos musicales «tardíos» apenas si habían atraído la atención de los especialistas, tendencia que empieza a invertirse una vez que el movimiento de recuperación de la música antigua da señales de cierto agotamiento.Desde sus inicios la prioridad a este respecto recayó sobre el repertorio vocal polifónico, así como en el instrumental y el de la monodia acompañada, lo que equivale a decir que los estudios han estado por largo tiempo focalizados en la recuperación de un determinado repertorio del pasado, aquel en constante evolución en función de las tendencias estéticas del momento, dejando a un lado otro mucho menos dinámico pero cuya existencia fue un hecho hasta prácticamente antes de ayer.Abordar su estudio desde luego que supone un riesgo, pues a diferencia del «gran repertorio», este otro raramente despierta el interés del músico práctico, aunque ignorarlo supondría hacerlo de una parte de nuestro legado musical histórico.Las principales bibliotecas de Europa occidental cuentan con importantes colecciones tanto de libros litúrgicos, en general, como de cantorales en particular, procedentes unas veces de donaciones y otras de un depósito primero provisional y luego defi nitivo, derivado de las particulares circunstancias por las que ha atravesado la Iglesia católica desde tiempos de la Revolución francesa.Esas mismas circunstancias han propiciado la existencia de un patrimonio disperso que no deja de afl orar en anticuarios y librerías de viejo, una oferta tentadora para coleccionistas e instituciones deseosas de enriquecer sus propios fondos bibliográfi cos.

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