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La figura de María de Molina como prudente pacificadora

2019; Civilisations et Littératures d’Espagne et d’Amérique du Moyen Âge aux Lumières (CLEA) - Paris Sorbonne; Issue: 33 Linguagem: Espanhol

10.4000/e-spania.31335

1951-6169

César González Mínguez,

Early Modern Spanish Literature

La impresión de las reinas en la documentación dista mucho de reflejar la importancia que se les atribuye en la Edad Media: sigue siendo difícil reconstruir su perfil humano y político en su apogeo. En la Corona de Castilla, las reinas no eran simplemente reinas, algunas de ellas ejercían la función completa como titulares de la Corona (Urraca, Berenguela, Isabel la Católica), los favoritos tenían una notable influencia política (Leonor de Guzmán, María de Padilla), pero María de Molina, esposa, madre y abuela de los reyes, brilla con su propia luz. El relato historiográfico y biográfico muestra que después de los cronistas Fernán Sánchez de Valladolid y el Jofré de Loaysa, Tirso de Molina llevó a Marie de Molina a la historia escrita ya la cultura popular, desarrollando la imagen de la reina viuda prudente, asediada de aspirantes, que solo piensan en defender el trono de su hijo. Tras el historiador Enrique Flórez de finales del siglo XVIII y Mercedes Gaibrois, la biógrafa de referencia de María de Molina, uno se pregunta hoy sobre su gestión política, la construcción de su espíritu conciliatorio, el contexto cultural, las influencias del franciscanismo y sobre todo el orden dominicano. Ni cobarde ni débil, María de Molina no dirige la guerra, pero no deja de usarla. Sus enemigos lo reconocen como un gran administrador, ansioso por reconstruir su herencia alienada. Los columnistas que exaltan sus virtudes, sin compararla con la de los hombres, están trabajando para llamar la delicadeza exquisita feminidad de esposa y madre, su gran sentido del Estado, su gobierno prudente y su habilidad con larmonía.