Artigo Acesso aberto

Formas de salir de casa: estética de la pobreza en Qué vergüenza de Paulina Flores

2019; Universidad de Los Lagos; Volume: 2; Issue: 49 Linguagem: Espanhol

10.32735/s0718-2201201900049759

ISSN

0718-2201

Autores

María Belén Contreras,

Tópico(s)

Latin American Urban Studies

Resumo

En "El pasillo sin salida aparente", texto publicado por primera vez en la revista española Ajoblanco en 1999, Roberto Bolaño (2004) comenta que en latinoamérica en general y en Chile en particular "ser pobre es una vergüenza" (p.76).La frase evidencia una de las formas más básicas de castigo en una cultura culpógena: la aversión de un sujeto frente a sus propios ojos, aversión que, en este caso, aparece vinculada al origen socioeconómico o de clase.Los cuentos incluidos en Qué vergüenza -ópera prima de la joven escritora Paulina Flores, publicada el 2015 con una favorable recepción críticaestán relacionados temáticamente porque en determinadas ocasiones los personajes sienten el peso de cierta abrumadora vergüenza.Este es el caso del cuento que abre y titula la colección, en el que la sensación es omnipresente: vergüenza siente Simona, la niña protagonista, al comprobar que el plan pensado para el beneficio de su padre ha fracasado; vergüenza siente su padre al haber asistido a una entrevista de trabajo fallida: "Eres una vergüenza", le espeta, además, la madre de Simona, a este hombre desempleado.En este sentido, leo la narrativa de Flores como una literatura construida a partir de pequeñas humillaciones cotidianas, en la que, sin embargo, lo particular adquiere ribetes colectivos: "La vergüenza, esa íntima reacción del ser humano, es a la vez una reacción socialmente exigente.La vergüenza no solo es vergüenza frente al otro, sino que puede también ser vergüenza por el otro" (Benjamin, 1972, p.152), ensaya Walter Benjamin a propósito de la vergüenza que se apodera de Josef K. en el emblemático final de El proceso.En esta nota pretendo analizar esta colección de cuentos, centrándome en las representaciones de la "clase media baja", o en palabras menos ambiguas, en los sujetos empobrecidos o nuevos pobres que habitan las poblaciones chilenas periféricas.En específico, leeré de manera conjunta "Talcahuano" y "Últimas vacaciones", relatos intimistas cuya estrategia de representación dominante es la rememoración de la infancia por parte de dos narradores adultos: ambas narraciones se concentran en los momentos epifánicos -podríamos agregar, traumáticos-, del paso de la niñez a la adultez, paso que tradicionalmente constituye el momento climático en las novelas de aprendizaje.Planteo que la literatura de Flores disloca la teoría de la movilidad social y de la meritocracia, en tanto presenta dos respuestas éticas dicotómicas de los protagonistas frente a los valores que les permitirían moverse/insertarse en la ciudad neoliberal (rechazo y aceptación del origen, respectivamente).Me detengo, además, en el análisis del tratamiento estético de

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