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Mucho ruido shakesperiano: Branagh convierte la obra del bardo en cine

2020; Issue: 16 Linguagem: Espanhol

10.14198/qdcine.2020.16.08

ISSN

1888-4571

Autores

John D. Sanderson,

Tópico(s)

Cinema History and Criticism

Resumo

A finales del siglo xvi, el teatro isabelino abría las puertas a la experimentación escenográfica, tanto estética como narrativa, con Shakespeare como pionero junto a Christopher Marlowe.La riqueza de la composición lingüística generaba una imaginería verbal que permitía 'ver' lo que decían los actores delante de una escenografía simple y fija, a lo que se añadía un complejo desarrollo evolutivo de los personajes principales.Cuatro siglos después, el teatro isabelino se puede 'ver' también como una producción originalmente audiovisual, alejándose del concepto de 'teatro filmado' que hasta entonces ahuyentaba al espectador cinematográfico convencional de las salas en cuanto sospechaba que la película era una recreación dramatúrgica clásica.En este cambio de percepción tuvo mucho que ver la adaptación cinematográfica que realizó Kenneth Branagh de Mucho ruido y pocas nueces (1993), la cual supuso un hito en la traslación del teatro del bardo universal a la pantalla.De hecho, contribuyó decisivamente a que Shakespeare se convirtiera en el 'guionista' más adaptado durante el resto de la década: 14 películas y 37 largometrajes televisivos basados en sus obras se estrenaron en los siete años siguientes, después de que, como destaca Díaz Fernández (2005:30): "apenas se rodaron películas shakespeareanas entre 1973 y 1989."1989 es el año en el que había dirigido su ópera prima cinematográfica Kenneth Branagh, un actor que se había incorporado a la Royal Shakespeare Company en 1983, y que, en 1984, ya interpretaba el papel de Enrique V a la temprana edad de 23 años.En 1986 dirige su primera producción teatral, Romeo y Julieta, y al año siguiente funda su propia compañía, Renaissance Theatre Company, para la que dirige Noche de reyes en 1987 (Jackson y Smallwood, 1988).Pero, como el propio Branagh afirma (1993: vii): "Me di cuenta de que, después de ver una obra de teatro, las imágenes cinematográficas que me sugería me rondaban la cabeza.La 'película' se empezaba a desarrollar en mi imaginación" Y de ahí surgió su proyecto cinematográfico shakesperiano inicial, la adaptación de aquella primera función que había protagonizado para la Royal Shakespeare Company.

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