Whither Nicaragua Three Years On?
2021; SAGE Publishing; Volume: 48; Issue: 6 Linguagem: Espanhol
10.1177/0094582x211041065
ISSN1552-678X
Autores Tópico(s)Latin American socio-political dynamics
ResumoSince the violent events of April 2018, a kind of “normalcy” has returned to everyday life in Nicaragua, but the social and political atmosphere has seen a dramatic change. The government’s social programs have lent some credibility to its claim of reversing the neoliberal policies of its predecessors. However, after more than a decade in power it has become clear that this is not the case. Instead of a socialist transformation, it has pursued a populist model designed to contain and reduce extreme poverty while expanding its political control at the grassroots through clientelist mechanisms. National elections are scheduled to take place in November 2021, and the Ortega-Murillo regime is setting the stage to assure its reelection. Without agreement among the opposition on a single candidate to face off against the regime, Nicaragua is likely facing five more years of Sandinista government. One thing is certain: the April rebellion threw up numerous young leaders who are unaligned with the traditional parties and whose values and aspirations align with those for which Nicaraguans fought in the revolution yet involve a more inclusive, less partisan, and more wide-ranging approach. In time, April 19 is likely to go on record as the door leading to a new era of progressive change. Desde los violentos sucesos de abril de 2018, una especie de “normalidad” ha vuelto a la vida cotidiana en Nicaragua, pero la atmósfera social y política ha experimentado un cambio dramático. Los programas sociales del gobierno han dado cierta credibilidad a su pretensión de revertir las políticas neoliberales de sus predecesores. Sin embargo, después de más de una década en el poder, ha quedado claro que este no es el caso. En lugar de una transformación socialista, ha seguido un modelo populista diseñado para contener y reducir la pobreza extrema al tiempo que amplía su control político en las bases a través de mecanismos clientelistas. Las elecciones nacionales están programadas para noviembre de 2021, y el régimen de Ortega-Murillo está preparando el escenario para asegurar su reelección. Sin un acuerdo entre la oposición sobre un solo candidato para enfrentar al régimen, es probable que Nicaragua enfrente cinco años más de gobierno sandinista. Una cosa es cierta: la rebelión de abril arrojó a numerosos líderes jóvenes que no están alineados con los partidos tradicionales y cuyos valores y aspiraciones se alinean con aquellos por los que lucharon los nicaragüenses en la revolución, pero que involucran un enfoque más inclusivo, menos partidista y más amplio. Con el tiempo, es probable que el 19 de abril quede registrado como la puerta que conduce a una nueva era de cambio progresivo.
Referência(s)