Eventraciones

2002; Elsevier BV; Volume: 10; Issue: 3 Linguagem: Espanhol

10.1016/s1634-2143(02)72192-4

ISSN

2214-8973

Autores

J.‐L. Grolleau, Philippe Micheau, J.-P. Chavoin,

Tópico(s)

Myofascial pain diagnosis and treatment

Resumo

En el tratamiento de las eventraciones mayores a menudo se necesitan métodos quirúrgicos complementarios. Los autores consideran sucesivamente las suturas [11, 21], las cirugías plásticas [25], las incisiones de descarga de las zonas aponeuróticas [7] y, por último, las prótesis de relleno. Los tejidos autólogos en forma de injertos de fascia [15] o de piel [9] se utilizan poco en la actualidad. Ello se debe a la gran distensión secundaria de los mismos y a su baja resistencia contra la infección. Los colgajos, en particular el colgajo de músculo tensor de la fascia lata [20], conservan sus indicaciones en las eventraciones infraumbilicales en condiciones sépticas. De modo simplificado, las eventraciones de escaso tamaño (inferior a 10 cm de diámetro) se pueden tratar sólo con sutura o plastia aponeurótica aislada. En cambio, cuando la eventración es amplia (superior a 10 cm), o en caso de recidiva, la mayoría de los autores opta por la utilización de una prótesis, el único método capaz de proporcionar un resultado durable. Algunos equipos médicos continúan implantando la prótesis en posición intraperitoneal, pero muchos otros prefieren la implantación extraperitoneal, en general acompañada de plastia aponeurótica. La posición de la prótesis extraperitoneal puede ser premusculoaponeurótica [5] o retromuscular [23]. A partir de su experiencia clínica, los autores optan por la colocación de una prótesis retromuscular prefascioaponeurótica, cuya técnica describen en detalle.

Referência(s)