Realismo trágico en tres piezas de Elena Garro
2021; University of Northern Colorado; Volume: 37; Issue: 1 Linguagem: Espanhol
10.1353/cnf.2021.0030
ISSN2328-6962
AutoresEthel Junco, Claudio César Calabrese,
Tópico(s)Cultural and Mythological Studies
ResumoRealismo trágico en tres piezas de Elena Garro Ethel Junco and Claudio César Calabrese Lectura en relación En este trabajo proponemos examinar la apropiación de características reconocidas del teatro trágico griego en piezas de Elena Garro; consideramos en forma unificada las constantes de la tragedia ática postuladas igualmente por Esquilo, Sófocles y Eurípides, en tanto todos ellos partieron de la mitología recreándola con libertad (Romilly 171). Relevamos tres requisitos de la tragedia ática—la misión del héroe, la presencia del destino, la pertenencia a la comunidad de la polis—y los consideramos en la lectura de tres piezas selectas de Garro, a saber, Un hogar sólido, Los pilares de doña Blanca y La señora en su balcón.1 En todas las obras de los autores griegos citados, los conflictos de raigambre mitológica son centrales; el mito involucra la dimensión sagrada como perspectiva ordenadora que subordina los acontecimientos humanos a una voluntad superior: dioses, destino, hado (Eliade 6). Sin importar la denominación, la fortuna que se ciñe sobre el hombre es inexorable; lo decidido pasará fatalmente, no porque sea justo en el plano individual, sino porque hay un equilibrio que se debe sostener. Es propio del teatro trágico escenificar la acción mítica para que los espectadores puedan reflexionar sobre el significado de su destino con criterios comunes (Romilly 167). Héroe y destino están imbricados en la tragedia: el protagonista debe enfrentarse, en algún momento de su camino, con una fuerza superior que rige los acontecimientos y que define su existencia. La pertenencia a la ciudad, como centro de donde parte lo humano, es otro término indispensable; así como el modelo de hombre antiguo no se entendía sin su espacio civil de pertenencia, la civilización posterior hereda la idea de ciudad como núcleo de unidad, convivencia y desarrollo. La representación de la tragedia era un acontecimiento vertebrador en la ciudad griega que implicaba advertencia y aprendizaje acerca de las normas, de las leyes, de las decisiones, de los peligros, que ponían en juego la continuidad del orden común. Las ficciones permitían imaginar la incidencia del juicio correcto o del error indebido y mostraban las consecuencias reservadas por los dioses para los victoriosos o para los arrogantes. El drama, entendido como imitación de acciones (Aristóteles 1448a, 25–30), hace evidente algo que sucede en la realidad; el destino se presenta a través de circunstancias que solo el héroe puede distinguir y asumir, reuniendo en un mismo gesto [End Page 99] a los dioses y a la ciudad (Vernant 100). El héroe toma el lugar del primer ciudadano encarnando el desafío de sufrir una prueba, comprenderla y ofrecerla a la comunidad. No importa su muerte, sino la claridad de sus motivos: aunque el antagonista no lo advierta y desafíe sus principios, queda toda la comunidad y resta todo el porvenir para corroborar la razón del héroe (Zimmermann 30–31). Los elementos medulares de la visión trágica sostienen el punto principal: cuando el destino se despliega y se desconocen sus causas, la condición humana está a su merced y padecerá sin justificación. George Steiner afirma que “toda concepción realista del teatro clásico debe tener como punto de partida el hecho de la catástrofe … El personaje trágico es destruido por fuerzas que no pueden ser entendidas del todo ni derrotadas por la prudencia racional” (12–13). La identidad del héroe se confirma en el despliegue de su misión, representada en el drama por una lucha donde agonizan dos opuestos. La contraposición es desigual y definitiva; justamente hay tragedia porque la dicotomía no se sintetiza: no se resuelve en el dominio de una parte, ni en la subordinación de la otra; antes bien, potencia la comprensión de leyes de la historia que no son positivas, sino divinas. Garro, redefiniendo la noción de destino, comparte la idea griega de su irracionalidad. Sus protagonistas son un acicate contra el destino, al...
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