A Simple Vista en Este Número
2022; Elsevier BV; Volume: 129; Issue: 3 Linguagem: Espanhol
10.1016/j.ophtha.2022.01.013
ISSN1549-4713
Autores Tópico(s)Glaucoma and retinal disorders
ResumoZafar y otros (p. 250) realizaron un análisis transversal retrospectivo de los beneficiarios de Medicare que se sometieron a una cirugía de cataratas entre los años 2011 y 2019, para determinar los factores de riesgo asociados con la endoftalmitis. El análisis de 14.396.438 cirugías de cataratas reveló una tasa general de endoftalmitis postoperatoria de 90 días, de 1,36 por cada 1000 cirugías de cataratas. Las tasas de endoftalmitis disminuyeron durante el período de estudio de 9 años. El riesgo de endoftalmitis después de la cirugía de cataratas, aumentó para los casos realizados entre los pacientes de ≥75 años en comparación con los pacientes de <75 años (relación de probabilidad [OR]: 1,14), afroamericanos (OR: 1,13), nativos americanos (OR: 1,43) y ojos con antecedentes de cirugía invasiva de glaucoma (OR: 1,40). Los casos de cataratas combinados con cirugía de retina (OR: 2,60) y los realizados cuando el Índice de Comorbilidad de Charlson (CCI) era superior a 0, también tenían una mayor probabilidad de desarrollar endoftalmitis. El riesgo de endoftalmitis fue menor para los casos realizados en mujeres en comparación con los hombres (OR: 0,89). Los autores concluyeron que en este grupo la edad, el sexo, la raza y el CCI de los pacientes estaban asociados con el riesgo de endoftalmitis después de la cirugía de cataratas. Racette y otros (p. 258) examinaron los efectos de la pandemia de COVID-19 en la adherencia a la medicación hipotensora ocular en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto (POAG). El análisis de regresión segmentado de 79 pacientes, sugirió una disminución en la adherencia que comenzó en un punto de quiebre de segmentación en el día 28 después de la declaración de pandemia. La tasa de disminución de la adherencia se tradujo en una reducción del 15 % en el transcurso del 1 año. El análisis de los investigadores también sugirió que una menor resiliencia y tener una visión con amenaza de glaucoma, se asoció con una peor adherencia. La adherencia media en el período anterior al punto de corte de la segmentación, fue significativamente peor en los pacientes de raza negra en comparación con los pacientes de raza blanca. Los investigadores concluyen que la pandemia de COVID-19 afectó negativamente la adherencia a la medicación hipotensora ocular en pacientes con POAG, y sugieren que esto puede dar lugar a peores resultados visuales y pérdida de la visión en los meses y años posteriores a la pandemia. Holekamp y otros (p. 295) evaluaron la seguridad y eficacia del Port Delivery System con ranibizumab (PDS) para el tratamiento de la degeneración macular neovascular relacionada con la edad (nAMD). En 418 pacientes, el tratamiento con PDS con ranibizumab, con recambios fijos de 24 semanas (PDS Q24W), fue clínicamente no inferior y equivalente al ranibizumab mensual, con el 98,4 % de los pacientes tratados con PDS que no recibieron tratamiento complementario con ranibizumab antes del primer recambio. El cambio medio ajustado en la puntuación de agudeza visual mejor corregida desde el inicio, fue de +0,2 letras en el grupo de PDS Q24W y de +0,5 letras en el grupo que recibió ranibizumab mensual. Se observaron más eventos adversos oculares en el grupo de PDS Q24W (19,0 %) en comparación con el grupo de ranibizumab mensual (6,0 %), y la mayoría ocurrió en el mes posterior a la implantación. Los autores concluyen que el PDS Q24W demostró una eficacia no inferior y equivalente a ranibizumab mensual y además podría reducir potencialmente las visitas de tratamiento y mejorar los resultados de la visión en pacientes con nAMD. En este estudio de cohorte retrospectivo, Hashimoto y otros (p. 344) analizaron la incidencia de oftalmia simpática (SO) después de un traumatismo ocular o cirugía intraocular, utilizando una base de datos de reclamos a nivel nacional en Japón. El análisis de 888.041 eventos desencadenantes de 704.717 pacientes, reveló 263 casos de SO y una incidencia acumulada de SO del 0,044 % durante 60 meses. El sexo femenino no se asoció con la aparición de SO, y el grupo de 40 a 49 años presentó la mayor incidencia. Los eventos incitadores repetidos, especialmente aquellos con trauma previo, aumentaron el riesgo de desarrollar SO. La incidencia de SO después de la vitrectomía fue aproximadamente 4 a 5 veces menor que la incidencia, después de un traumatismo, y la incidencia después de un circlaje escleral fue incluso menor. Los investigadores concluyeron que los eventos incitadores repetidos aumentaron el riesgo de que se desarrollara SO, y que era mucho más probable que el trauma indujera una SO más que la vitrectomía. Yam y otros (p. 308) compararon la eficacia de continuar y suspender el tratamiento con atropina al 0,05 %, 0,025 % y 0,01 % durante el tercer año de un ensayo clínico de 3 años. En 326 niños que completaron 3 años de seguimiento, continuar el tratamiento con atropina en cualquiera de las 3 concentraciones durante el tercer año, proporcionó una mayor eficacia que interrumpir el tratamiento, con una progresión del equivalente esférico (SE) y una elongación de la longitud axial (AL) más rápidas en los subgrupos de lavado que en los grupos de tratamiento continuado. La eficacia de la atropina al 0,05% fue más del doble que la de la atropina al 0,01%, y todas las concentraciones de atropina fueron bien toleradas. Un mayor efecto de rebote tanto en la progresión de SE como en el alargamiento de AL, se asoció con una mayor concentración de tratamiento y una menor edad, al momento de la interrupción del tratamiento, pero los efectos de rebote en los grupos de concentración estudiados fueron pequeños desde una perspectiva clínica. Los investigadores sugieren que los niños de China deben continuar el tratamiento con atropina al 0,05 % hasta el tercer año. This Issue at a GlanceOphthalmologyVol. 129Issue 3PreviewZafar et al (p. 250) conducted a retrospective, cross-sectional analysis of Medicare beneficiaries undergoing cataract surgery between 2011 and 2019 to determine risk factors associated with endophthalmitis. Analysis of 14 396 438 cataract surgeries revealed an overall 90-day postoperative endophthalmitis rate of 1.36 per 1000 cataract surgeries. Endophthalmitis rates decreased during the 9-year study period. The risk of endophthalmitis after cataract surgery was increased for cases performed among those aged ≥75 years versus those aged <75 years (odds ratio [OR], 1.14), Blacks (OR, 1.13), Native Americans (OR, 1.43), and eyes with any history of invasive glaucoma surgery (OR, 1.40). Full-Text PDF
Referência(s)