Dermatitis atópica
2016; Elsevier BV; Volume: 50; Issue: 4 Linguagem: Espanhol
10.1016/s1761-2896(16)80892-4
ISSN2214-9074
AutoresS. Barbarot, H. Aubert, C. Bernier, J.F. Stalder,
Tópico(s)Food Allergy and Anaphylaxis Research
ResumoLa dermatitis atópica (DA) es una enfermedad multifactorial que afecta al 10-20% de los niños y al 3-8% de los adultos en Europa occidental y Estados Unidos. El aumento de la frecuencia en los países en vías de desarrollo sugiere una gran influencia de los factores ambientales en la fisiopatología de esta enfermedad. El efecto sobre la calidad de vida de los pacientes y de su familia es considerable y está subestimado. En la fisiopatología de la DA se advierte la interacción de varios mecanismos, entre ellos una alteración funcional innata de la barrera cutánea, una predisposición al desarrollo de una reacción inflamatoria cutánea con participación de la inmunidad innata y adaptativa, la acción de factores ambientales parcialmente identificados y la diversidad de los microbiomas digestivos y cutáneos. No existe ningún tratamiento definido para la prevención primaria, excepto los hidrolizados de proteínas de leche de vaca en los recién nacidos de riesgo y, probablemente, los probióticos y/o los prebióticos. La atención médica global de un paciente con DA y de su familia no sólo debe incluir una educación terapéutica, sino que también debe ser planificada. La búsqueda de factores agravantes potenciales (alergia alimentaria, sobreinfección, factores psicológicos, eccema de contacto) debe adaptarse a cada caso. El objetivo del tratamiento reside, por una parte, en alcanzar una remisión rápida gracias a un tratamiento de ataque y, por otra parte, en lograr que esta remisión persista de forma prolongada gracias a un tratamiento de mantenimiento. Los dermocorticoides son los medicamentos de primera línea en el tratamiento de ataque de la DA. El tacrolimús puede prescribirse como tratamiento de segunda línea. La fototerapia se usa bastante en los adultos pero rara vez en los niños. Los tratamientos sistémicos (ciclosporina, otros inmunosupresores y terapias dirigidas) son excepcionales y la mayoría de las veces deben ser prescritos por equipos especializados.
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